La rehabilitación energética de las viviendas revaloriza un 10% su precio y ahorra un 70% del consumo

En este tercer documento elaborado por GTR y presentado por la Fundación Conama, llamado «Estrategia para la rehabilitación: claves para transformar el sector de la edificación en España«, Cuchí y Sweatman aportaron una estrategia «viable» para rehabilitar en España hasta 2050 unos 10 millones de viviendas principales, porque en segundos hogares y en los que están en «malas condiciones no resulta rentable invertir». De este modo lograríamos «transformar el sector de la edificación», según Cuchí.

En este sentido, destacó que la intención es hacer llegar a las autoridades que el sector de la rehabilitación «debe ser un sector aparte, porque no tiene nada que ver con el de la nueva construcción» y traería ahorros energéticos, reducciones de emisiones de CO2 y la creación de puestos de trabajo.

Las reformas tienen que ser «integrales»: hay que mejorar el uso y la gestión de los recursos, aislar y evitar las pérdidas en la transmisión y ventilación, y también disponer de un equipo y una maquinaria eficientes.

Hasta ahora, el sector de la edificación en España ha «descuidado» todos los aspectos ambientales y nunca se ha construido pensando que las viviendas son «máquinas» que necesitan combustible, explicó Cuchí, arquitecto de profesión.

Para poner en contexto la situación española, los expertos explicaron que el sector de la edificación perdió 1,7 millones de empleos desde que alcanzó su punto máximo y el país tiene una dependencia económica del 76% que afecta a su déficit comercial. En este sentido, alertaron de que las viviendas españolas son responsables de una tercera parte de la energía usada en el país y las empresas energéticas no están incentivadas para ofrecer ahorros de energía.

Con el plan de GTR la situación cambiaría. Según explicaron, se crearían 150.000 puestos de trabajo con la rehabilitación de viviendas, además de unas decenas de miles de empleos a través de la mejora de edificios no residenciales. Las medidas tanto políticas como de renovación supondrían un ahorro de hasta el 70% de las necesidades energéticas de 10 millones de hogares para 2050, según GTR.

Además, se estudiaron las tipologías y consumos energéticos del sector no residencial en España (oficinas, centros comerciales, hoteles, centros deportivos) y la conclusión es que, en sólo 10 años se puede amortizar el ahorro energético entre un 35% y un 50% en el conjunto de estos edificios.

«Nuestra recomendación es que, para activar el sector de la rehabilitación se necesita una ‘hoja de ruta’ para conectar agentes del sector y conseguir la transformación de los edificios españoles, una Agencia de Rehabilitación que gestione y coordine esta ‘hoja de ruta’ a escala estatal y un Fondo para la Rehabilitación Energética que recoja las diferentes fuentes de financiación y facilite su disponibilidad», apuntó Cuchí.

Sweatman, quien indicó que ya se habló con el Ministerio de Fomento, insistió en que ciertos cambios en el marco legislativo, organizativo y financiero pueden facilitar datos, financiación, un servicio de ‘ventanilla única’ para el apoyo público y la asistencia técnica para fortalecer las actividades del sector.

Del mismo modo, explicó que también se habló con bancos o con eléctricas, entre otros. Preguntado por la actual situación de los bancos, reacios a participar, en tiempos de crisis, en nuevos proyectos, apuntó que «a partir de que este modelo tenga el apoyo de otras partes, los verán los valores del plan».

Para los expertos, la rehabilitación de edificios puede crear un nuevo mercado que genere unas inversiones de entre 2.000 y 10.000 millones de euros anuales entre 2014 y 2050. El programa de subvenciones que proponen está basado en la colaboración público-privada. Así, las ayudas se dividen en pasivas, que son los fondos de las diferentes administraciones públicas (el Instituto de Crédito Oficial o los Fondos Estructurales de la Unión Europea) y activas que es, por ejemplo, un contrato de compra a largo plazo por el certificado blanco de una empresa energética (Artículo 7 de la Directiva de Eficiencia Energética), entre otros.

El precio de llevar a cabo una rehabilitación energética en un bloque de viviendas sería de aproximadamente 24.000 euros por hogar, pero con su propuesta el propietario «sólo» tendría que aportar 6.000 euros, aseguró Sweatman.

El informe propone una financiación «público-privada»: un 25% de subvención, un 22% de inversión del dueño y el 53% restante se sufragaría con los ahorros futuros en los consumos, en un período de 20 años. Además, la inversión inicial del propietario (los 6.000 euros) se compensaría con la «plusvalía verde», la revalorización del precio de las viviendas que son eficientes, que en España se calcula que está en torno del 10% del precio total.

Además, mejorar la eficiencia energética de los inmuebles contribuye a la lucha contra el cambio climático (reduce las emisiones) y al objetivo europeo «20-20-20», en el que se prevé que los hogares tengan un consumo «casi cero» en 2020, indicó Sweatman.

Por otra parte, el informe está enfocado en 2014, el año marcado por la Directiva de Eficiencia Energética (DEE) para que los Estados miembros publiquen una «Estrategia Nacional para la rehabilitación de edificios» con objetivos definidos de eficiencia energética. Precisamente, los autores explicaron que ya existen sistemas de rehabilitación en muchos países del mundo y este trabajo ha querido coger lo mejor de cada una de ellas.

«Lo que pretendemos es cocinar una solución plenamente española, pero con las mejores partes de los sistemas de otros países», destacó Sweatman, quien destacó que sus propuestas son viables, porque son conscientes de que la principal dificultad para realizar proyectos, en época de crisis, es económica, por lo que plantean métodos de financiación «reales y rentables».

Para el autor del informe, resulta «paradójico» que la eficiencia energética no sea ahora mismo una cuestión prioritaria en España. «El balance comercial negativo del país es, en gran medida, un sistema energético y la rehabilitación de edificios puede generar grandes ahorros, además de otros importantes beneficios económicos», concluyó.