La Cumbre del Clima de Varsovia termina con un acuerdo de última hora y un lenguaje diluido
Esta enmienda en el lenguaje, introducida a petición de las naciones no desarrolladas, deja por lo menos la puerta abierta a la firma en 2015 de un acuerdo aprovechando la próxima reunión, que tendrá lugar en París, y por el que se establecería un límite definido para las emisiones de gas de efecto invernadero. De aprobarse el futuro acuerdo, entraría en vigor en 2020.
El acuerdo pone fin a las trabas que durante horas obstaculizaron las negociaciones entre países ricos y pobres a la hora de compartir los problemas que comporta la limitación de las emisiones de gases de efecto invernadero. El Protocolo de Kioto sólo afectaba a los países más desarrollados, motivo por el que Estados Unidos se negó a aceptarlo al argumentar que las economías de rápido crecimiento, como China e India, también debían comprometerse a ello.
La experta del Instituto de Recursos Mundiales Jennifer Morgan consideró que «los negociadores de Varsovia han alcanzado justo a tiempo los mínimos necesarios para mantener vivo el proceso», pero Estados Unidos abandonó la cumbre con cierto desencanto con los resultados.
«Es como retroceder en el tiempo», declaró el enviado especial Todd Stern, quien reiteró que cualquier acuerdo que se firme en 2015 deberá ser «aplicable a todos los países» y acusó a las naciones en vías de desarrollo de insistir en acuerdos previos que las eximen de responsabilidad.
La cumbre quedó ensombrecida por el abandono protagonizado por las ONG, entre ellas WWF. «Los negociadores en Varsovia han sido incapaces de encaminarnos hacia un futuro mejor», apuntó Samantha Smith, líder de la Iniciativa Global de Clima y Energía. «Algunos gobiernos no han estado a la altura de dar una respuesta adecuada, en especial en los temas que afectan a las personas más vulnerables», añadió.
«La falta de urgencia mostrada por los gobiernos en este proceso es escandalosa. Por eso, las ONG abandonamos esta cumbre sobre el clima esta semana», reiteró la organización.
«Los negociadores en Varsovia deberían haber aprovechado esta reunión para dar un paso definitivo hacia la acción global sobre cambio climático. Esto no sucedió y pone en riesgo las negociaciones para alcanzar un acuerdo global sobre clima en 2015 en París», según WWF, que espera mejores resultados para la Cumbre de Lima el año próximo.
España valora la «solución de compromiso» de Varsovia
Por su parte, el ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, valoró el acuerdo alcanzado en Varsovia como una «solución de compromiso» que habilita que en la cumbre de París se logre un pacto vinculante sobre la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.
El acuerdo de Varsovia es «el resultado de un proceso de negociación complejo donde todas las partes han tenido que aceptar soluciones de compromiso», afirmó Arias Cañete.
El ministro se refirió expresamente a la sustitución en el texto final del «compromiso» para lograr un nuevo pacto contra el cambio climático por el término más vago de «contribuciones» en este mismo sentido, tal como demandaban los países en vías de desarrollo. «No podemos interpretarlo como una renuncia a lograr un acuerdo ambicioso (…), se ha optado por mantener todas las opciones sobre la mesa y evitar prejuzgar decisiones que habrá que adoptar antes de París», argumentó.
En cualquier caso, Arias Cañete resaltó el «gran esfuerzo» desarrollado en Varsovia. «Todas las partes, en el plenario de clausura de la Cumbre en Varsovia, han aplaudido la aprobación de un paquete de decisiones equilibrado», apuntó.
En concreto, destacó la creación del Mecanismo Internacional de Varsovia para reducir las pérdidas y daños asociadas a los impactos del cambio climático, que busca facilitar la coordinación y el intercambio de experiencias y conocimiento sobre cambio climático. También se acordaron los mecanismos para aportar la información necesaria para negociar el acuerdo definitivo de París que sustituya al Protocolo de Kioto, que establecía cuotas máximas de emisiones hasta 2012.
Pese a estos logros, Arias Cañete reconoció que «todavía queda un largo camino hasta la Cumbre de París, donde se deberá adoptar el nuevo acuerdo jurídicamente vinculante». «En los próximos meses, habrá que resolver cuestiones muy importantes y complejas de cara al futuro acuerdo», como la identificación de la información que deben presentar las partes junto a sus contribuciones, que deberán resolverse en la próxima cumbre de Perú, el año próximo.
El acuerdo de Varsovia, «sin ser el deseado», permite avanzar
Finalmente, el secretario de Estado de Medio Ambiente, Federico Ramos, destacó el acuerdo logrado en Varsovia que, «sin ser el deseado», permite avanzar hacia la consecución de un pacto global y vinculante para luchar contra el cambio climático que se plasmaría en la cumbre prevista para 2015 en París. «No cierra las esperanzas de llegar a ese gran acuerdo global», afirmó.
«La Unión Europea quería más, entendía que se podía haber alcanzado más», indicó Ramos, que recordó que el bloque europeo tiene compromisos internos de reducción de emisiones «mucho más ambiciosos». Sin embargo, reconoció que «avanzar con 190 países a la vez requiere mucho esfuerzo». El resultado de la cumbre, «sin satisfacer a nadie, es moderadamente equilibrado» tanto para los países desarrollados como para los países en vías de desarrollo.
El secretario de Estado resaltó que hay «algunas señales positivas» en el acuerdo, como la inclusión en el acuerdo de más países que los que firmaron en su día el Protocolo de Kioto. Por ello, consideró que se puede hablar de «muy moderado optimismo», puesto que lo logrado supone «un paso» hacia la consecución de un pacto en París.
La delegación española en la cumbre, que duró cuatro días, estuvo encabezada por el ministro Arias Cañete, y también formaban parte de ella la directora general de la Oficina Española de Cambio Climático, Susana Magro, y el propio Ramos.


Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir