La subida del precio de la luz aumenta el coste energético de la industria vasca hasta en un 25%
La consejera de Desarrollo Económico y Competitividad, Arantza Tapia, se reunió en Bilbao con empresas vascas para estudiar medidas que minimicen el impacto de la reforma energética planteada para acabar con el déficit tarifario.
El Gobierno vasco ya planteó en septiembre al ministro de Industria, José Manuel Soria, su preocupación por el impacto en el sector industrial de Euskadi de la subida de la luz.
Tras recibir los datos de las empresas, ha preparado un informe que enviará en los próximos días al Ministerio de Industria.
Después, la consejera pedirá una nueva cita con Soria en la que le va a plantear una batería de medidas.
Según este estudio, en Euskadi los sectores más afectados son el metalúrgico, con un aumento medio del 29%; el de generación de productos metálicos manufacturados (24%) y el transporte (metro y tren), con un 19%.
La media es del 25% del aumento del coste del acceso a la alta tensión, 17 puntos por encima de lo previsto por el Ministerio de Industria, según el Gobierno Vasco.
Históricamente, la tarifa de acceso a la alta tensión en Euskadi ha sido la 6.1 de 30 kilovatios (Kv), que tiene un coste superior en un 75% al que se aplica a la alta tensión de otros consumidores industriales de similares características en otras comunidades autónomas.
Adicionalmente, a partir de enero de 2014 se modifican también los calendarios de facturación tarifaria, lo que acarreará nuevos incrementos de entre el 2 y el 5%, que se suman a los anteriores.
Según el Ejecutivo de Vitoria, esta situación está poniendo en serias dificultades a las empresas vascas y a su capacidad para competir.
Las propuestas conjuntas que el Gobierno Vasco y la industria van a trasladar al Ministerio son varias, aunque dos son las principales.
La primera, adoptar medidas de exención fiscal sectorial y de reducción de gravamen para los grandes consumidores industriales según su sector estratégico y nivel de consumo. Este tipo de normas ya se vienen aplicando en otros países europeos como Alemania.
La segunda, reestructurar las tarifas para los niveles de tensión 6.1 y 6.2, que permitan eliminar los sobrecostes y la discriminación del suministro eléctrico en 30 kv, mayoritario en Euskadi.
Junto a estas dos propuestas principales, se trasladará la necesidad de revisar los criterios para establecer los períodos tarifarios únicos y distintas zonas para la gestión de la demanda, ya que desde Euskadi se considera que no tiene sentido fijar un calendario único para toda España, cuando sus consumos varían enormemente de unas zonas a otras.
Además, se va a pedir dotar de seguridad retributiva y jurídica a la cogeneración industrial (generación propia de energía eléctrica y calor para los procesos productivos), que según el informe con las diferentes reformas, se está viendo muy comprometida.
Finalmente, se propondrá ampliar el servicio de gestión de la demanda de interrumpibilidad y facilitar su acceso a las pymes.



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