TEPCO asegura que hará todo lo posible para evitar los daños causados por errores humanos en la central nuclear de Fukushima
Hirose admitió que las condiciones laborales en la central nuclear no son las idóneas y se comprometió a mejorarlas para evitar que los empleados acaben exhaustos, lo que impide que hagan bien su trabajo, según informó la televisión pública NHK.
Hirose hizo estas declaraciones en la comparecencia pública ante la Cámara Alta. El presidente de TEPCO estuvo acompañado por el ministro de Economía, Comercio e Industria, Toshimitsu Motegi, y por el director de la Autoridad Reguladora de la Energía Nuclear, Shunichi Tanaka.
El pasado 8 de agosto, el Ministerio de Economía, Comercio e Industria de Japón reveló que diariamente se vierten al subsuelo 1.000 toneladas de agua desde la central nuclear, de las cuales unas 300 contienen sustancias altamente radiactivas que llegan al océano Pacífico.
Desde entonces, las fugas de agua radiactiva no cesaron e hicieron que en el último mes los niveles de radiactividad en Fukushima se hayan disparado hasta picos de 200.000 becquerelios por litro, capaces de matar a una persona.
TEPCO sospecha que las fugas radiactivas se deben al desgaste de la resina que une las placas de acero que forman los tanques en los que se almacena el agua contaminada de Fukushima, a pesar de que se trata de un compuesto especial, precisamente, para evitar la permeabilidad.
Si bien, admitió errores de todo tipo. Entre ellos, que los trabajadores se dejaran abiertas las válvulas que controlan la entrada de agua contaminada desde los reactores a los tanques, la ausencia de contadores en todos los tanques y las escasas patrullas alrededor de los tanques para comprobar que no hay fugas radiactivas.
En este contexto, el primer ministro, Shinzo Abe, anunció que este mes pondrá en marcha un plan que recupera la vieja idea de congelar el suelo alrededor de los cuatro reactores dañados de Fukushima, valorado en 160 millones de euros .
Las pruebas de viabilidad comenzarán en el reactor cuatro, en cuyo subsuelo se construirá un entramado de tuberías a las que se inyectará cloruro de calcio a menos 40 grados celsius para congelarlas, encerrando una superficie subterránea de diez metros cuadrados.
Se espera que el «muro helado» esté operativo hacia el próximo mes de marzo. Si funciona, los operarios de TEPCO construirán otros alrededor de los reactores uno, dos y tres de Fukushima. El proyecto estaría completado hacia 2015.


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