La luz sube una media de un 1,2% para unos 22 millones de hogares

La orden publicada este sábado ofreció los resultados de la vigésimo tercera subasta Cesur de electricidad en la que se determinó el precio del componente energético para el tercer trimestre del año, y el importe de los peajes, que fija el Gobierno para retribuir las actividades reguladas, como el transporte, la distribución, las primas renovables, las ayudas al carbón o la moratoria nuclear.

En este caso, el Ministerio de Industria congeló los peajes, tal y como había anunciado el ministro de Industria, José Manuel Soria, con el objetivo de que la revisión tarifaria refleje exclusivamente la evolución del mercado eléctrico.

Estos peajes suponen aproximadamente el 43% del conjunto de la tarifa, a lo que hay que añadir un 37% del componente energético y un 20% de impuestos.

El componente energético para el suministro a tarifa durante el tercer trimestre del año se encareció en un 3% en la subasta mayorista, al corregir el encarecimiento del producto base, que es el que se tiene en cuenta para calcular la TUR, con la evolución a la baja de otros conceptos como los pagos por capacidad, la prima de riesgo, las pérdidas o los mercados de ajuste.

El precio del producto base -la electricidad para cada una de las horas del día comprendidas entre el 1 de julio y el 30 de septiembre- se elevó en un 4,4%, mientras que la punta -una especie de suplemento para las horas de mayor consumo, entre las 08.00 y las 20.00 horas- lo hizo en un 6,3%.

El encarecimiento de la electricidad se producirá después de que en abril la TUR registrase su mayor bajada en varios años, del 6,7%, propiciada por una fuerte caída en los precios de mercado, y de que en enero se hubiese registrado una subida del 3%.

La contención de precios de este año supone un alivio parcial en una factura que se encareció en un 60% en apenas un lustro. Sólo en 2012, la luz subió cerca del 5%, además del 7% que los consumidores tuvieron que pagar de más entre octubre y diciembre para acatar una sentencia del Tribunal Supremo que obligaba a reintegrar el encarecimiento no repercutido entre octubre de 2011 y marzo de 2012.

La evolución actual de la TUR eléctrica responde a la decisión del Gobierno de congelar los peajes eléctricos, que sirven para cubrir los costes regulados.

En esta parte del recibo, congelada por el Ejecutivo en los últimos trimestres, es en la que se produce el déficit de tarifa, cuyo importe en términos acumulados es de 28.000 millones de euros. El ministro de Industria, José Manuel Soria, anunció que en la primera quincena de julio podría conocerse la reforma energética para acabar con este problema.

Mientras, la CNE ultima la nueva metodología para calcular el cobro dentro del recibo de la luz de la parte del transporte y la distribución. El otro gran coste regulado, el de las primas al régimen especial, seguirá dependiente del Gobierno.

La metodología de la CNE supondrá que el recibo de la luz funcione a efectos prácticos como una «tarifa plana», ya que la parte fija del peaje, conocida como término de potencia, elevará considerablemente su peso, en detrimento de la parte variable, conocida como término de energía y condicionada al consumo.

El resultado será un recibo eléctrico en el que las principales diferencias de precios dependerán de la potencia que se contrate, pero en el que, para contratos iguales en potencia, habrá mucha menos variación en función del consumo.

De esta forma, las segundas residencias, en las que apenas hay consumo pero sí una potencia contratada similar al primer hogar, acabarán pagando más, al tiempo que los incentivos de los hogares para ahorrar se reducirán.

Lo que sí habrá es un incentivo para consumir en las horas del día conocidas como «valle». La tarifa plana incluirá una discriminación horaria en función de la hora del día, bajo la premisa de que las redes eléctricas tienen más actividad en las horas punta y de que es en ese momento cuando el precio debe ser mayor.

Además, también debería entrar en vigor la revisión de la TUR del gas natural, que de momento se desconoce.

Por su parte, la revisión de la bombona de butano se llevará a cabo el próximo 9 de julio y, según la normativa aprobada en abril, no podrá superar su precio actual, que para una botella de 12,5 kilos es de 17,5 euros.

La luz sube una media de un 1,2% para unos 22 millones de hogares

La orden publicada este sábado ofreció los resultados de la vigésimo tercera subasta Cesur de electricidad en la que se determinó el precio del componente energético para el tercer trimestre del año, y el importe de los peajes, que fija el Gobierno para retribuir las actividades reguladas, como el transporte, la distribución, las primas renovables, las ayudas al carbón o la moratoria nuclear.

En este caso, el Ministerio de Industria congeló los peajes, tal y como había anunciado el ministro de Industria, José Manuel Soria, con el objetivo de que la revisión tarifaria refleje exclusivamente la evolución del mercado eléctrico.

Estos peajes suponen aproximadamente el 43% del conjunto de la tarifa, a lo que hay que añadir un 37% del componente energético y un 20% de impuestos.

El componente energético para el suministro a tarifa durante el tercer trimestre del año se encareció en un 3% en la subasta mayorista, al corregir el encarecimiento del producto base, que es el que se tiene en cuenta para calcular la TUR, con la evolución a la baja de otros conceptos como los pagos por capacidad, la prima de riesgo, las pérdidas o los mercados de ajuste.

El precio del producto base -la electricidad para cada una de las horas del día comprendidas entre el 1 de julio y el 30 de septiembre- se elevó en un 4,4%, mientras que la punta -una especie de suplemento para las horas de mayor consumo, entre las 08.00 y las 20.00 horas- lo hizo en un 6,3%.

El encarecimiento de la electricidad se producirá después de que en abril la TUR registrase su mayor bajada en varios años, del 6,7%, propiciada por una fuerte caída en los precios de mercado, y de que en enero se hubiese registrado una subida del 3%.

La contención de precios de este año supone un alivio parcial en una factura que se encareció en un 60% en apenas un lustro. Sólo en 2012, la luz subió cerca del 5%, además del 7% que los consumidores tuvieron que pagar de más entre octubre y diciembre para acatar una sentencia del Tribunal Supremo que obligaba a reintegrar el encarecimiento no repercutido entre octubre de 2011 y marzo de 2012.

La evolución actual de la TUR eléctrica responde a la decisión del Gobierno de congelar los peajes eléctricos, que sirven para cubrir los costes regulados.

En esta parte del recibo, congelada por el Ejecutivo en los últimos trimestres, es en la que se produce el déficit de tarifa, cuyo importe en términos acumulados es de 28.000 millones de euros. El ministro de Industria, José Manuel Soria, anunció que en la primera quincena de julio podría conocerse la reforma energética para acabar con este problema.

Mientras, la CNE ultima la nueva metodología para calcular el cobro dentro del recibo de la luz de la parte del transporte y la distribución. El otro gran coste regulado, el de las primas al régimen especial, seguirá dependiente del Gobierno.

La metodología de la CNE supondrá que el recibo de la luz funcione a efectos prácticos como una «tarifa plana», ya que la parte fija del peaje, conocida como término de potencia, elevará considerablemente su peso, en detrimento de la parte variable, conocida como término de energía y condicionada al consumo.

El resultado será un recibo eléctrico en el que las principales diferencias de precios dependerán de la potencia que se contrate, pero en el que, para contratos iguales en potencia, habrá mucha menos variación en función del consumo.

De esta forma, las segundas residencias, en las que apenas hay consumo pero sí una potencia contratada similar al primer hogar, acabarán pagando más, al tiempo que los incentivos de los hogares para ahorrar se reducirán.

Lo que sí habrá es un incentivo para consumir en las horas del día conocidas como «valle». La tarifa plana incluirá una discriminación horaria en función de la hora del día, bajo la premisa de que las redes eléctricas tienen más actividad en las horas punta y de que es en ese momento cuando el precio debe ser mayor.

Además, también debería entrar en vigor la revisión de la TUR del gas natural, que de momento se desconoce.

Por su parte, la revisión de la bombona de butano se llevará a cabo el próximo 9 de julio y, según la normativa aprobada en abril, no podrá superar su precio actual, que para una botella de 12,5 kilos es de 17,5 euros.

La luz sube una media de un 1,2% para unos 22 millones de hogares

La orden publicada este sábado ofreció los resultados de la vigésimo tercera subasta Cesur de electricidad en la que se determinó el precio del componente energético para el tercer trimestre del año, y el importe de los peajes, que fija el Gobierno para retribuir las actividades reguladas, como el transporte, la distribución, las primas renovables, las ayudas al carbón o la moratoria nuclear.

En este caso, el Ministerio de Industria congeló los peajes, tal y como había anunciado el ministro de Industria, José Manuel Soria, con el objetivo de que la revisión tarifaria refleje exclusivamente la evolución del mercado eléctrico.

Estos peajes suponen aproximadamente el 43% del conjunto de la tarifa, a lo que hay que añadir un 37% del componente energético y un 20% de impuestos.

El componente energético para el suministro a tarifa durante el tercer trimestre del año se encareció en un 3% en la subasta mayorista, al corregir el encarecimiento del producto base, que es el que se tiene en cuenta para calcular la TUR, con la evolución a la baja de otros conceptos como los pagos por capacidad, la prima de riesgo, las pérdidas o los mercados de ajuste.

El precio del producto base -la electricidad para cada una de las horas del día comprendidas entre el 1 de julio y el 30 de septiembre- se elevó en un 4,4%, mientras que la punta -una especie de suplemento para las horas de mayor consumo, entre las 08.00 y las 20.00 horas- lo hizo en un 6,3%.

El encarecimiento de la electricidad se producirá después de que en abril la TUR registrase su mayor bajada en varios años, del 6,7%, propiciada por una fuerte caída en los precios de mercado, y de que en enero se hubiese registrado una subida del 3%.

La contención de precios de este año supone un alivio parcial en una factura que se encareció en un 60% en apenas un lustro. Sólo en 2012, la luz subió cerca del 5%, además del 7% que los consumidores tuvieron que pagar de más entre octubre y diciembre para acatar una sentencia del Tribunal Supremo que obligaba a reintegrar el encarecimiento no repercutido entre octubre de 2011 y marzo de 2012.

La evolución actual de la TUR eléctrica responde a la decisión del Gobierno de congelar los peajes eléctricos, que sirven para cubrir los costes regulados.

En esta parte del recibo, congelada por el Ejecutivo en los últimos trimestres, es en la que se produce el déficit de tarifa, cuyo importe en términos acumulados es de 28.000 millones de euros. El ministro de Industria, José Manuel Soria, anunció que en la primera quincena de julio podría conocerse la reforma energética para acabar con este problema.

Mientras, la CNE ultima la nueva metodología para calcular el cobro dentro del recibo de la luz de la parte del transporte y la distribución. El otro gran coste regulado, el de las primas al régimen especial, seguirá dependiente del Gobierno.

La metodología de la CNE supondrá que el recibo de la luz funcione a efectos prácticos como una «tarifa plana», ya que la parte fija del peaje, conocida como término de potencia, elevará considerablemente su peso, en detrimento de la parte variable, conocida como término de energía y condicionada al consumo.

El resultado será un recibo eléctrico en el que las principales diferencias de precios dependerán de la potencia que se contrate, pero en el que, para contratos iguales en potencia, habrá mucha menos variación en función del consumo.

De esta forma, las segundas residencias, en las que apenas hay consumo pero sí una potencia contratada similar al primer hogar, acabarán pagando más, al tiempo que los incentivos de los hogares para ahorrar se reducirán.

Lo que sí habrá es un incentivo para consumir en las horas del día conocidas como «valle». La tarifa plana incluirá una discriminación horaria en función de la hora del día, bajo la premisa de que las redes eléctricas tienen más actividad en las horas punta y de que es en ese momento cuando el precio debe ser mayor.

Además, también debería entrar en vigor la revisión de la TUR del gas natural, que de momento se desconoce.

Por su parte, la revisión de la bombona de butano se llevará a cabo el próximo 9 de julio y, según la normativa aprobada en abril, no podrá superar su precio actual, que para una botella de 12,5 kilos es de 17,5 euros.

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