La AIEA expresa su preocupación por las fugas radiactivas que hay en Fukushima y ofrece su ayuda

«La AIEA se toma muy en serio este asunto y sigue dispuesta a proporcionar la asistencia necesaria, a petición (del Gobierno japonés)», dijo a través de su página web.

Asimismo, la Compañía Eléctrica de Tokio (TEPCO) explicó que no detectó antes la gran cantidad de agua radiactiva que se filtró desde la central nuclear de Fukushima al subsuelo y al océano Pacífico porque los tanques donde se almacena carecen de contadores.

TEPCO indicó que los tanques que se construyeron alrededor de los reactores nucleares para almacenar el agua contaminada que se usó para enfriar Fukushima no tienen contadores, por lo que no detectó las fugas hasta que se formaron charcos superficiales.

La compañía eléctrica admitió que, hasta ahora, el único sistema de control sobre los tanques de agua radiactiva eran las patrullas que realizan los operarios de Fukushima, según informó la televisión pública NHK.

En respuesta, la Autoridad Reguladora de la Energía Nuclear (NRA) instó a TEPCO a revisar inmediatamente todos los tanques –unos 350–, porque su estructura es idéntica, de modo que si ha habido filtraciones en uno es muy probable que haya habido en los demás.

El director de la NRA, Shunichi Tanaka, por su parte, ordenó a los inspectores de la NRA que se trasladen a la central nuclear para mejorar los sistemas de control sobre los tanques de agua radiactiva con el fin de prevenir nuevas fugas.

El pasado 8 de agosto, el Ministerio de Economía, Comercio e Industria de Japón reveló que diariamente se vierten al subsuelo 1.000 toneladas de agua desde la central nuclear, de las cuales unas 300 contienen sustancias altamente radiactivas que llegan al Pacífico.

Consciente de estas magnitudes, el primer ministro japonés, Shinzo Abe, ordenó al Ministerio que se implicara directamente en la solución al problema de los vertidos radiactivos y no descartó la utilización de fondos públicos.

TEPCO inyectó un cóctel de agentes químicos para endurecer el subsuelo y crear un muro subterráneo alrededor de los reactores nucleares uno y dos e instaló una red de tuberías para extraer las toneladas de agua radiactiva acumuladas.

El pasado viernes, la compañía eléctrica comenzó a bombear el agua radiactiva desde el subsuelo hasta la superficie, a un ritmo de 60 toneladas diarias, para almacenarla en los tanques que ha construido alrededor de la central nuclear.

Sin embargo, los trabajos para la construcción de un muro subterráneo alrededor de los reactores tres y cuatro todavía están marcha, por lo que se calcula que diariamente siguen liberando unas 35 toneladas de agua radiactiva.

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