Hallan posibles fugas en tanques para almacenar agua radiactiva en la central nuclear de Fukushima
El nivel de radiación detectado sobre los charcos es muy alto, de unos 100 milisieverts por hora (el límite máximo anual es de 50 milisievert por hora), por lo que Tokyo Electric Power (TEPCO) admitió que probablemente se trate de agua filtrada de los tanques, los cuales se emplean para almacenar líquido usado previamente para enfriar los reactores.
La eléctrica estimó que el volumen de estos charcos es de 120 litros y negó que esta agua se haya filtrado al océano, frente a la central.
Sin embargo, la Autoridad de Regulación Nuclear nipona (NRA) ordenó un estudio exhaustivo ya que, aunque una barrera rodea el espacio ocupado por los tanques para evitar que posibles fugas fluyan al exterior, es probable que el agua saliera del cerco a través de unas válvulas de drenaje que no fueron cerradas.
Dado que un charco fue hallado fuera del perímetro que rodea a los tanques, la NRA teme que el agua pueda haber fluido al mar a través de algún sumidero.
Actualmente el mayor desafío en la central, golpeada por el seísmo y terremoto de marzo de 2011, es la acumulación de agua contaminada en los sótanos de los edificios de los reactores, que aumenta en cerca de 400 toneladas diarias.
Esta acumulación es la suma del liquido utilizado para refrigerar las unidades y del agua subterránea proveniente de las zonas colindantes, que se filtra también a los edificios.
El pasado 7 de agosto el Gobierno nipón advirtió que unas 300 toneladas de esta agua radiactiva se vierten a diario al mar, al filtrarse desde los sótanos, y TEPCO tomó medidas como las de construir un muro aislante bajo tierra o extraer el líquido mediante bombeo.
Además, junto con el Gobierno, que decidió involucrarse para solucionar el problema, baraja otras soluciones como la de congelar el suelo alrededor de los reactores para bloquear el agua.
Por otra parte, TEPCO informó también de que dos trabajadores resultaron expuestos en el recinto de la planta a 13 becquereles por centímetro cuadrado de material radiactivo, aunque afirmó que no han sufrido exposición interna.
La radiación en el aire en la zona donde resultaron expuestos era extremadamente alta, por lo que la eléctrica investiga ahora el origen de esos materiales contaminantes.
Seúl pide explicaciones a Tokio por las continuas fugas de agua radiactiva
Por su parte, Corea del Sur exigió a Japón explicaciones por las continuas fugas de agua radiactiva desde la central nuclear de Fukushima.
Funcionarios surcoreanos se pusieron en contacto con sus homólogos japoneses para pedirles información detallada sobre la cantidad, el nivel de contaminación y el impacto ambiental del agua radiactiva que consiguió llegar al Pacífico.
Seúl argumentó que, a pesar de que Tokio informó hasta en tres ocasiones sobre los vertidos contaminantes desde el pasado 3 de julio, las explicaciones fueron insuficientes, según informó la televisión pública japonesa, NHK.
Además, los funcionarios surcoreanos adelantaron que sopesarán enviar expertos en la materia al país vecino, si lo consideran necesario, una vez analizada la información proporcionada por Japón.
El Ministerio de Economía, Comercio e Industria de Japón reveló que diariamente se vierten al subsuelo 1.000 toneladas de agua desde la central nuclear, de las cuales unas 300 contienen sustancias altamente radiactivas que llegan al Pacífico.
Las autoridades niponas aseguraron que las 700 toneladas restantes no están contaminadas. Aún así, de ellas, 300 consiguen llegar al océano, mientras que las otras 400 se acumulan en los sótanos de los reactores nucleares.
Consciente de estas magnitudes, el primer ministro japonés, Shinzo Abe, ordenó al Ministerio que se implique directamente en la solución al problema de los vertidos radiactivos y no descartó la utilización de fondos públicos.
En respuesta, TEPCO inyectó un cóctel de agentes químicos para endurecer el subsuelo y crear un muro subterráneo alrededor de los reactores nucleares uno y dos e instaló una red de tuberías para extraer las toneladas de agua radiactiva acumuladas.
El pasado viernes, la compañía eléctrica comenzó a bombear el agua radiactiva desde el subsuelo hasta la superficie, a un ritmo de 60 toneladas diarias, para almacenarla en los tanques que ha construido alrededor de la central nuclear.
Sin embargo, los trabajos para la construcción de un muro subterráneo alrededor de los reactores tres y cuatro todavía están marcha, por lo que se calcula que diariamente siguen liberando unas 35 toneladas de agua radiactiva.
Los problemas en Fukushima se deben al terremoto y el tsunami que arrasaron la costa de la prefectura japonesa, dando lugar al peor accidente nuclear de la historia, junto al de la central de Chernóbil, en Ucrania.
Fukushima estaba preparada para un terremoto, ya que Japón se asienta sobre una falla, pero no para un tsunami, por lo que el azote del mar provocó varias explosiones de hidrógeno que hicieron que los núcleos de algunos de sus reactores se fundieran parcialmente.



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