La presidencia irlandesa de la UE anuncia un acuerdo sobre el límite de emisiones de CO2 de los coches

El ministro irlandés de Medio Ambiente, Phil Hogan, destacó que este acuerdo representa un equilibrio apropiado entre los objetivos medioambientales y las consideraciones económicas.

«El acuerdo no sólo protege el clima, sino que proporciona ahorro a los consumidores e impulsa la innovación y la competitividad en la industria automovilística europea, creando puestos de trabajo en el proceso», añadió Hogan.

A su juicio, se trata de un pacto beneficioso para el clima, los consumidores, la innovación y el empleo, y supone un paso importancia hacia una economía competitiva, con bajas emisiones de CO2.

Este acuerdo contempla la continuidad del uso de «supercréditos», unos incentivos para animar a los fabricantes a desarrollar tecnologías con emisiones muy reducidas. Asimismo, se plantea un nuevo objetivo de CO2 para el horizonte de 2025.

También propone homogeneizar en todo el mundo los ciclos que determinan los consumos y emisiones de los coches. Con todo lo anterior, se espera que se produzca una reducción de ambos parámetros durante la vida útil de un vehículo.

La presidencia de turno de la Unión Europea subrayó que con el objetivo establecido para 2020 se estimulará la innovación para fabricantes de automóviles y componentes, proporcionando una ventaja competitiva, al tiempo que se generará un efecto positivo sobre el empleo.

Los objetivos de CO2 deben ser viables

Por su parte, el secretario general de la Asociación de Constructores Europeos de Automóviles (Acea), Ivan Hodac, subrayó que los objetivos de CO2 para los coches fijados por la Unión Europea deben ser «ambiciosos», pero a la vez «viables».

«Es un hito importante en las negociaciones, pero queda mucho camino por recorrer antes de votar un acuerdo final en el plenario del Parlamento Europeo», indicó Hodac, quien abogó además por aplicar los incentivos a la innovación para los fabricantes con más racionalidad.

Asimismo, Hodac se refirió a la propuesta para establecer nuevos límites de emisiones de CO2 en 2025. «La industria europea fabrica los vehículos con mayores requerimientos medioambientales del mundo, y tenemos el compromiso de seguir haciéndolo», subrayó el secretario general de Acea.

«Sin embargo, sería más razonable analizar los posibles impactos antes de establecer objetivos más allá de 2020, para asegurarse de que esos objetivos pueden ser a la vez ambiciosos y viables«, concluyó Hodac.

La presidencia irlandesa de la UE anuncia un acuerdo sobre el límite de emisiones de CO2 de los coches

El ministro irlandés de Medio Ambiente, Phil Hogan, destacó que este acuerdo representa un equilibrio apropiado entre los objetivos medioambientales y las consideraciones económicas.

«El acuerdo no sólo protege el clima, sino que proporciona ahorro a los consumidores e impulsa la innovación y la competitividad en la industria automovilística europea, creando puestos de trabajo en el proceso», añadió Hogan.

A su juicio, se trata de un pacto beneficioso para el clima, los consumidores, la innovación y el empleo, y supone un paso importancia hacia una economía competitiva, con bajas emisiones de CO2.

Este acuerdo contempla la continuidad del uso de «supercréditos», unos incentivos para animar a los fabricantes a desarrollar tecnologías con emisiones muy reducidas. Asimismo, se plantea un nuevo objetivo de CO2 para el horizonte de 2025.

También propone homogeneizar en todo el mundo los ciclos que determinan los consumos y emisiones de los coches. Con todo lo anterior, se espera que se produzca una reducción de ambos parámetros durante la vida útil de un vehículo.

La presidencia de turno de la Unión Europea subrayó que con el objetivo establecido para 2020 se estimulará la innovación para fabricantes de automóviles y componentes, proporcionando una ventaja competitiva, al tiempo que se generará un efecto positivo sobre el empleo.

Los objetivos de CO2 deben ser viables

Por su parte, el secretario general de la Asociación de Constructores Europeos de Automóviles (Acea), Ivan Hodac, subrayó que los objetivos de CO2 para los coches fijados por la Unión Europea deben ser «ambiciosos», pero a la vez «viables».

«Es un hito importante en las negociaciones, pero queda mucho camino por recorrer antes de votar un acuerdo final en el plenario del Parlamento Europeo», indicó Hodac, quien abogó además por aplicar los incentivos a la innovación para los fabricantes con más racionalidad.

Asimismo, Hodac se refirió a la propuesta para establecer nuevos límites de emisiones de CO2 en 2025. «La industria europea fabrica los vehículos con mayores requerimientos medioambientales del mundo, y tenemos el compromiso de seguir haciéndolo», subrayó el secretario general de Acea.

«Sin embargo, sería más razonable analizar los posibles impactos antes de establecer objetivos más allá de 2020, para asegurarse de que esos objetivos pueden ser a la vez ambiciosos y viables«, concluyó Hodac.

La presidencia irlandesa de la UE anuncia un acuerdo sobre el límite de emisiones de CO2 de los coches

El ministro irlandés de Medio Ambiente, Phil Hogan, destacó que este acuerdo representa un equilibrio apropiado entre los objetivos medioambientales y las consideraciones económicas.

«El acuerdo no sólo protege el clima, sino que proporciona ahorro a los consumidores e impulsa la innovación y la competitividad en la industria automovilística europea, creando puestos de trabajo en el proceso», añadió Hogan.

A su juicio, se trata de un pacto beneficioso para el clima, los consumidores, la innovación y el empleo, y supone un paso importancia hacia una economía competitiva, con bajas emisiones de CO2.

Este acuerdo contempla la continuidad del uso de «supercréditos», unos incentivos para animar a los fabricantes a desarrollar tecnologías con emisiones muy reducidas. Asimismo, se plantea un nuevo objetivo de CO2 para el horizonte de 2025.

También propone homogeneizar en todo el mundo los ciclos que determinan los consumos y emisiones de los coches. Con todo lo anterior, se espera que se produzca una reducción de ambos parámetros durante la vida útil de un vehículo.

La presidencia de turno de la Unión Europea subrayó que con el objetivo establecido para 2020 se estimulará la innovación para fabricantes de automóviles y componentes, proporcionando una ventaja competitiva, al tiempo que se generará un efecto positivo sobre el empleo.

Los objetivos de CO2 deben ser viables

Por su parte, el secretario general de la Asociación de Constructores Europeos de Automóviles (Acea), Ivan Hodac, subrayó que los objetivos de CO2 para los coches fijados por la Unión Europea deben ser «ambiciosos», pero a la vez «viables».

«Es un hito importante en las negociaciones, pero queda mucho camino por recorrer antes de votar un acuerdo final en el plenario del Parlamento Europeo», indicó Hodac, quien abogó además por aplicar los incentivos a la innovación para los fabricantes con más racionalidad.

Asimismo, Hodac se refirió a la propuesta para establecer nuevos límites de emisiones de CO2 en 2025. «La industria europea fabrica los vehículos con mayores requerimientos medioambientales del mundo, y tenemos el compromiso de seguir haciéndolo», subrayó el secretario general de Acea.

«Sin embargo, sería más razonable analizar los posibles impactos antes de establecer objetivos más allá de 2020, para asegurarse de que esos objetivos pueden ser a la vez ambiciosos y viables«, concluyó Hodac.

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