E.ON reclama cambios regulatorios para garantizar el suministro, el precio y sostenibilidad del sistema
En la inauguración de un curso en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), el presidente de la compañía eléctrica insistió en que no se está en el «camino adecuado» para satisfacer las necesidades de suministro de los consumidores y hacerlo, además, de forma respetuosa con el medio ambiente y al menor precio posible.
Antoñanzas, al que acompañaban el presidente cántabro, Ignacio Diego, y el rector de la UIMP, César Nombela, opinó que en este momento la seguridad del suministro está «totalmente en entredicho».
Entre otras cosas, alertó de que las empresas están considerando cerrar unos 100.000 megavatios de ciclos combinados en Europa, y también en España hay «noticias recientes» en esa misma línea.
Y es que, según lamentó, estas plantas no están «ni siquiera cerca de ganar lo que necesitan por mercado» y están «relegadas a proporcionar un servicio de ‘backup’ durante muy pocas horas» que no está retribuido de manera «suficiente» en ningún país europeo.
Además, explicó que el aumento de la penetración de las renovables lleva a plantearse la adecuación de la generación y de las redes actuales para adaptarse a este nuevo modelo de generación «intermitente y disperso».
En cuanto a los precios, lamentó que mientras bajan «año tras año» en los mercados mayoristas, los precios al consumidor final van «en constante aumento en toda Europa, poniendo en riesgo la competitividad».
Ese aumento de precios al consumidor final se debe, según Antoñanzas, a la evolución de los costes regulados, y en particular, a los costes de las subvenciones a ciertas tecnologías, los impuestos y tasas especiales.
El presidente de E.On también fue crítico respecto a la situación del tercer factor en juego, el de la sostenibilidad. En este sentido, señaló que el mercado de derechos de emisión europeo «se ha desplomado» y los precios no ofrecen las «señales necesarias» para orientar las inversiones a las tecnologías más limpias.
Y si esto no cambia, Antoñanzas cree que continuará el escenario de este año, con una producción «prácticamente dual, con mucho carbón y muchas renovables», una combinación -afirma- «explosiva y nada respetuosa» con el objetivo de la sostenibilidad ambiental.
En el caso español, opinó que se suma «alguna deficiencia adicional» a todos estos elementos, como la «escasez» de interconexiones, el «retraso» en la liberalización y la «anomalía» del déficit.
«Ni en España ni en Europa estamos en el camino para alcanzar una energía más segura, más barata y sostenible», sentenció el presidente de E.ON, que dio cinco «recetas» para trabajar y superar esta situación.
La primera de ellas es «revitalizar» el mercado de derechos de emisión, y junto a ello, no abandonar la apuesta por las renovables, pero hacerlo «en un entorno de mercado y con un sistema equilibrado con las demás tecnologías».
También incidió en la necesidad de atraer inversión e innovación, pero advirtió de que si se pone el modelo «en entredicho», no habrá financiación para ello.
Por eso, recalcó que los estados de la Unión Europea «tienen que abandonar las continuas intervenciones políticas, regulatorias y fiscales«.
Antoñanzas también llamó la atención sobre la necesidad de «completar» la liberalización de los mercados, para permitir una «competencia efectiva» entre los agentes, y apostó por los «consumidores inteligentes» que, a su juicio, no están recibiendo la información adecuada para tomar sus decisiones.




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