«No se puede contar sólo con el sol y el viento», según las gasistas
Antes del comité ejecutivo de la IGU, que se celebra en Sevilla hasta el 11 de abril, Ferrier señaló que, en la Unión Europea, el gas natural «es imprescindible» para ayudar a las energías renovables a alcanzar la «ambiciosa» reducción de la contaminación en 2050.
«El gas natural cuida el mundo», dijo el presidente de la asociación internacional de empresas de gas antes de afirmar que es una fuente de energía «limpia, asequible, fiable, eficiente y segura» y de agregar que, «en el camino hacia el futuro energético sostenible, el gas natural es, más que un puente, un destino energético«.
Sin embargo, lamentó que el gas natural no es una prioridad de las autoridades de la Unión Europea cuando tradicionalmente fue una fuente de energía importante en el continente europeo, que debe importarla.
También criticó que las autoridades comunitarias aprueben nuevas plantas de carbón en Alemania o en Holanda en vez de potenciar el gas natural.
Ferrier destacó que, en los medios urbanos, el gas natural «participa» en la mejora de la calidad del aire, y añadió que otras fuentes energéticas, como la biomasa, «son muy nocivas para la salud humana» por la emisión de partículas.
Además, vaticinó que el crecimiento de la demanda energética mundial será de un 25% en veinte años, y matizó que en ese periodo, el gas será la fuente de energía más importante después del petróleo.
En este sentido, calculó que la demanda de gas natural crecerá un 47% en veinte años, y añadió que hay reservas de gas para más de 230 años.
El presidente de la Asociación Española del Gas (Sedigas), Antoni Peris, por su parte, dijo que, «cuando no hay viento en España, lo que es capaz de cubrir la demanda energética son los ciclos combinados. El sol y el viento están cuando ellos quieren, no cuando los necesita el consumidor».
«Sin el gas natural, la política de renovables es muy difícil de implantar», agregó Peris tras apuntar que en España, por la crisis, hay «capacidad de generación superior a la que necesitamos».
Peris también destacó las inversiones en el sector del gas natural, con 1.148 millones de euros en 2012, aunque en 2011 fueron 1.616 millones de euros, un descenso que atribuyó a que hasta ahora se invirtió en infraestructuras básicas.
En España hay 80.000 kilómetros de redes de transporte y distribución de gas, fuente energética que llega a 1.579 municipios (el 75% de la población española).
El consumo de gas bajó en España un 2,8% en relación a 2011 por el descenso de la producción eléctrica en las centrales de ciclo combinado, según Peris.
Los directivos de empresas de gas resaltaron la posición de Andalucía como puerta de entrada del gas con destino a la Península y a Europa, y cifraron en el 75% el gas que entra en España por gasoducto a través de las conexiones de Tarifa y el Medgaz, mientras que la planta de regasificación de Huelva recibe el 20% del gas licuado que se descarga en España.
Además, Andalucía es la segunda comunidad autónoma en cuanto al consumo de gas natural, con el 16% del total de la demanda, mientras que Cataluña ocupa el primer lugar, con el 21%.


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