La Agencia Tributaria desarticula una trama en Cataluña y Valencia que defraudó más de 10 millones en el IVA de los hidrocarburos

Este fraude, desarticulado gracias a la operación «Raspa», consistió en la apropiación del IVA repercutido al suministrar el carburante a las gasolineras.

Como parte de su actuación, que terminó el pasado 22 de marzo, las autoridades registraron siete domicilios de distintas localidades de Girona, Lleida, Barcelona y Castellón e intervenido 700.000 euros en efectivo, así como bloqueado las cuentas bancarias de la trama. De esta forma, los agentes de Vigilancia Aduanera tomaron declaración a siete personas, cuatro en calidad de detenidos, a las que se les imputa la comisión de varios delitos fiscales.

Los agentes, que concluyeron de esta forma un proceso iniciado con una denuncia en julio de 2012 por parte de la Delegación Especial de la Agencia Tributaria en Cataluña, que tenía su origen en investigaciones previas llevadas a cabo por las Dependencias de Inspección y de Aduanas e Impuestos Especiales de dicha delegación, .

Además, la Agencia Tributaria inmovilizó más de un millón de litros de combustible en Barcelona, Huelva y Bilbao, y acordó la prohibición de disponer de ocho inmuebles, todos ellos en Cataluña. Además, y como parte de los registros, se intervino abundante documentación y se incautaron diversos ordenadores cuyo contenido será analizado en los próximos días.

En concreto, la organización desarticulada se dedicaba a la intermediación en el negocio de venta de carburantes al por mayor a las gasolineras.

El esquema del fraude, centrado en el IVA, consistía en utilizar sociedades de muy corta vida para adquirir legalmente carburantes en un depósito fiscal propio de mayoristas de hidrocarburos.

Tras ese movimiento, con el que podían hacer adquisiciones sin soportar el impuesto, estas sociedades vendían el carburante a estaciones de servicio repercutiendo el IVA, pero no ingresaban a la Hacienda Pública las cuotas que habían repercutido y cobrado a las gasolineras.

Para evitar la detección del fraude, los responsables sustituían cada pocos meses a las sociedades de las que se servían para la operativa y situaban como responsables formales de las mismas a meros testaferros.

Mediante esta apropiación de las cuotas de IVA, la organización podía vender el producto a los minoristas a unos precios inferiores a los que ofrecen los operadores que sí cumplen la obligación de ingresar a la Hacienda Pública el impuesto repercutido a sus clientes.

El Ministerio de Hacienda advirtió de que podrían llegar a exigirse responsabilidades a los minoristas que hayan adquirido a esta trama o a alguna similar carburantes a precios notoriamente inferiores a los de mercado.

La actividad defraudatoria desmantelada ahora en la operación «Raspa» sigue pautas muy similares a la que desarrollaba la trama desarticulada por la Agencia Tributaria en Andalucía el pasado otoño como parte de la operación «Hidro».

En aquella ocasión, el fraude generado a la Hacienda Pública se estimó en más de 9 millones de euros y la operación se saldó con la detención de cuatro personas imputadas por presunto delito fiscal, así como con la intervención de 15 inmuebles, dos embarcaciones de recreo y más de 3,3 millones de euros en cuentas bancarias.

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