Cuidados intensivos

Vistos estos dos aspectos con una cierta perspectiva se pueden extraer varias conclusiones. La primera es la práctica desaparición del ministro de Industria, José Manuel Soria, de la escena pública en lo que se refiere a la energía. Algo que evidencia ciertas dosis de prudencia en el ministro canario. Además, la conexión Moncloa actúa como autorregulación.

También desde el punto de vista de dinámica y relación política, en esta nueva etapa el Ministerio de Hacienda se ha visto impelido a participar en la resolución del déficit tarifario, asumiendo desde los Presupuestos Generales del Estado más de 2.200 millones de euros en el presente ejercicio, en función de las «desviaciones» en la tarifa y el déficit. Otro avance que proviene del conocimiento y de la capacidad operativa de Alberto Nadal dentro del Ejecutivo.

La primera ronda de medidas del nuevo secretario de Estado ha tenido como protagonista la revisión de los mecanismos de actualización de las actividades reguladas en el suministro eléctrico, un elemento que es clave para Nadal y que ha incidido especialmente en las tecnologías cuya retribución regulada está más próxima a los precios del mercado como la eólica. Fuerte litigiosidad y, en las formas, explicaciones a posteriori, en formato participar de la decisión. Son lentejas.

Abierto en canal está el problema del carbón nacional, escándalo de difícil disimulo y negociación. En otro orden de cosas, Nadal ha sucumbido al primer embate del operador de transporte y sistema eléctrico para acaparar la generación por bombeo y convertirse en un panoperador vertical, junto con la fijación con los sistemas extrapenínsulares.

En el caso del sector hidrocarburos, también ha optado por una posición de fuerza, con el apoyo logístico de la Comisión Nacional de Competencia y la pena de telediario de los lunes. Incidentalmente afectará el desastre colectivo del Gobierno en la revisión de los órganos reguladores.

En todo caso, con este mini resumen, sí que se anticipa que los siguientes pasos deben ser mucho más cuidadosos. Empezarán a entrar nuevos protagonistas como, por ejemplo, los Fondos de Inversión y ahí deben desplegarse las relaciones diplomáticas internacionales: atención a Italia y a Estados Unidos, junto a la Unión Europea y el derecho comunitario.

La situación del sector energético está en mesa de relojero, con todas las piezas desmontadas y se sabe la funcionalidad de cada una. Ahora hay que montarlo y exigirá, más que posturas dogmáticas e iluminadas, cuidados minuciosos y finura. Sin embargo, es necesaria mucha más precisión en el montaje.

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