Nuclenor da un paso hacia el cierre de Garoña al solicitar permiso para construir un almacén de residuos
La nueva instalación permitiría vaciar la piscina del interior de la planta donde ahora se encuentra el combustible nuclear del reactor, algo imprescindible para el desmantelamiento.
Fuentes del Ministerio de Industria y de la Junta de Castilla y León aseguran que mantienen conversaciones con Endesa e Iberdrola, propietarias a su vez de Nuclenor, para reactivar Garoña, aunque la planta paró su actividad en diciembre de 2012 argumentando que no podía hacer frente al incremento de pago de impuestos y tasas.
Sin embargo la petición para instalar el almacén temporal sigue su curso y antes del 17 de abril se debe remitir la solicitud, que tramita la Dirección General de Políticas Energéticas del Ministerio de Industria, a las administraciones y actores ambientales para determinar cuál debe ser el alcance del estudio de impacto ambiental necesario.
A partir de ese momento se realizará el estudio, cuyo resultado se deberá someter a información pública y, una vez esté completo el expediente, la Dirección General de Calidad Ambiental del Ministerio de Medio Ambiente dispondrá de otros tres meses para formular la definitiva Declaración de Impacto Ambiental, que establecerá las condiciones que debe cumplir el nuevo almacén.
Ecologistas en Acción estima que la construcción de un ATI en la central muestra la «clara» intención de cierre
Ecologistas en Acción considera que la solicitud de Nuclenor al Ministerio de Industria, Energía y Turismo para construir un almacén temporal individualizado en la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos) muestra la «clara intención» del titular de cerrar «definitivamente» la planta atómica burgalesa.
«Este paso es imprescindible para proceder al desmantelamiento de la central. Esto muestra que Nuclenor sigue adelante en sus planes de cierre definitivo de la nuclear burgalesa«, señala Ecologistas en Acción en un comunicado.
Además, para Ecologistas, esta solicitud muestra que el Almacén Temporal Centralizado (ATC) no va a estar construido a tiempo. La organización explica que este es uno de los primeros pasos para desmantelar una central nuclear, ya que una vez que el combustible gastado de la piscina de la central se enfríe -unos años- y decaiga su radiactividad podrá depositarse en un ATI.
Ese es el proceso que se ha seguido en la central nuclear de José Cabrera (Zorita) en Guadalajara, que está en desmantelamiento. De este modo, apunta que, probablemente, en Garoña se construirá una losa sísmica de hormigón donde se depositarán los contenedores de hormigón y acero con el combustible gastado. Estos bidones permanecerán al aire libre y protegidos tan solo por una doble valla, al igual que ocurre en Zorita.
Este ATI se suma al que la central nuclear de Ascó (Tarragona) está construyendo para depositar su combustible gastado a partir de 2014. Con este, serán ya los cuatro depósitos de residuos nucleares que existirán en España (también hay un ATI en Trillo).
Finalmente, Ecologistas en Acción considera que esta es una clara muestra de la «imprevisión» de la industria nuclear en la gestión de los residuos de alta actividad, pues se ve obligada a ir construyendo este tipo de instalaciones provisionales según se van cerrando las centrales nucleares, ya que el ATC de Villar de Cañas (Cuenca) no estará listo antes de 2020, según las proyecciones más optimistas de la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa).


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