La eficiencia energética en edificios puede crear 14.130 empleos anuales, según el CTESC
Según los cálculos del organismo, la rehabilitación energética de los edificios que la necesitan en Cataluña supondría un volumen de facturación total de 60.250 millones de euros hasta 2050 si las obras empezaran este año, de los que 44.000 se corresponden a actuaciones sobre viviendas construidas antes de 1980, que son las que necesitan obras de mejora más urgentes.
El presidente del CTESC, Josep Maria Rañé, aseguró que la construcción «es un sector de futuro si se reorienta hacia la rehabilitación y la innovación», y señaló que las promociones de obra nueva se deben restringir sólo a las zonas en las que el tiempo de absorción del ‘stock’ es más bajo, como Barcelona ciudad y su área de influencia.
Según el CTESC, Cataluña cerró 2012 con 89.123 viviendas de obra nueva pendientes de venta -mientras que en 2004 esta cifra era de 15.869-, lo que supone que al ritmo de venta del último año se tardaría una media de 7,7 años en absorber este ‘stock’, aunque este tiempo es diferente según la zona geográfica.
Barcelona ciudad es el ámbito con mejores indicadores de absorción del ‘stock’ -menos de un año al ritmo de ventas de 2012-, mientras que Terres de l’Ebre es el que presenta una peor situación, ya que necesitaría casi 24 años para absorber el parque de viviendas nuevas, muy superior en proporción al número de habitantes -59 viviendas por cada 1.000 habitantes, frente al 0,5 de Barcelona-.
Por este motivo, Rañé insistió en la necesidad de centrar la actividad del sector de la construcción en la rehabilitación, por lo que pidió a la Generalitat medidas de fomento a este ámbito a través de fórmulas de pago aplazado, créditos blandos y desgravaciones fiscales en función del nivel de renta y características del contribuyente, así como incentivos y mejoras en el ámbito fiscal.
También pidió restablecer la deducción por rehabilitación, ampliar los supuestos para aplicar el IVA reducido en este tipo de obras, considerar a los inquilinos como promotores -ahora solo se considera a los propietarios- y poder aplicar los estímulos fiscales también a edificios de oficinas y locales comerciales -ahora limitados a viviendas-.
El informe también destacó la necesidad de aplicar ayudas a derribos de edificios, flexibilizar las condiciones de acceso a la vivienda protegida e impulsar una simplificación administrativa en este sector.
El secretario de Vivienda y Mejora Urbana, Carles Sala, que participó en la apertura de la jornada, coincidió en la necesidad de que la rehabilitación sea la protagonista de la salida de la crisis del sector de la construcción, y consideró que las empresas que han resistido hasta ahora podrán salir de esta situación.
Sala lamentó que la capacidad de la Generalitat de fomentar el sector es limitada, ya que los recursos para políticas de vivienda procedentes del Estado se redujeron un 94%, de 110 millones de euros hace tres años a 6,5 millones este año.



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