PP, UPyD y PNV votarán contra la prohibición del «fracking» porque hay que estudiar sus beneficios

Aunque la votación del texto –que se deriva de una interpelación al ministro de Industria, José Manuel Soria, sustanciada el pasado mes de diciembre– no se producirá hasta mañana, los parlamentarios debatieron el contenido de la propuesta y de las enmiendas, y anunciaron la posición de su voto, que será negativo en los casos de PP, UPyD y PNV.

Marcos Flores, diputado del PP, justificó esta postura en que el «fracking» es una posibilidad que «no se puede dejar de analizar» a la luz del «potencial beneficio para el país» que podría tener, y subrayó que la legislación existente es «suficiente», sobre todo porque las autorizaciones existentes son sólo de investigación y prospección y están en una fase «muy inicial».

«Necesitamos un mix energético acorde con las necesidades presentes y futuras, y eso nos obliga a ser tremendamente responsables en nuestras decisiones. Negarnos a explorar o investigar nuevas formas de obtener energía sería una temeridad, al igual que no garantizar que cualquier nueva técnica no esté dotada de la suficientes garantías para evitar riesgos», añadió.

Asimismo, recordó que países como Alemania o Estados Unidos apostaron por esta técnica, y criticó que se opte por pensar que es una «amenaza más que una oportunidad» y se «meta el miedo en el cuerpo» de la ciudadanía «apelando a graves efectos nocivos contra la salud y el medio ambiente» que ni siquiera están demostrados.

Por su parte, el portavoz adjunto de UPyD, Carlos Martínez Gorriarán, criticó que se intente prohibir una investigación científica y el consecuente desarrollo tecnológico con una moción «en tono apocalíptico» que «mantiene afirmaciones inexactas». «Renunciar expresamente y por una decisión legislativa a examinar y explorar posibilidades de autoabastecimiento de hidrocarburos es una barbaridad», añadió.

Así, rechazó «prohibir modelos alternativos de política energética por impresiones superficiales» aunque reconoció que esta nueva técnica debe someterse a estudios rigurosos de costes y riesgos, así como a una regulación que minimice sus posibles efectos perniciosos. Además, reclamó un organismo regulador específico, que siga el modelo del Consejo de Seguridad Nuclear, para que evalúe «permanentemente» las explotaciones.

Por su parte, Chesús Yuste, diputado de la Izquierda Plural (IU-ICV-CHA), explicó que su moción reclama la prohibición legal, en un máximo de tres meses, de la fracturación hidráulica, una técnica de extracción de gases no convencionales que se encuentran en rocas subterráneas poco porosas y poco permeables. Hasta entonces, el diputado aragonés también exige la suspensión inmediata de todas las licencias concedidas, la no autorización de nuevas solicitudes y la revisión del modelo energético para que se base en fuentes renovables y limpias.

Tras alertar de que esta técnica no es tan barata como se pretende hacer creer y además tiene importantes consecuencias medioambientales, Yuste recordó que esta técnica está prohibida en países como Francia, Irlanda o Canadá, mientras en otros se establecieron moratorias y suspensiones. Algo que contrasta con lo que sucede en España, donde «está proliferando su desarrollo con un enorme oscurantismo con la concesión de numerosos permisos por todo el territorio».

Ximo Puig, del PSOE, afirmó que el «fracking» es un sistema «inseguro, incierto y peligroso» y recordó que los ciudadanos de las zonas más afectadas reclaman que no se siga adelante con estas concesiones. «Pero este Gobierno, siempre tan lejos de los ciudadanos, parece que está dispuesto a pagar cualquier riesgo medioambiental para conseguir petróleo», criticó.

A renglón seguido, reclamó al Gobierno que acuda a los expertos para estudiar los riesgos «de toda índole» de esta técnica de extracción, que suspenda mientras tanto todas las actividades que supongan usar el «fracking» y no autorice nuevas solicitudes, y que «impulse un cambio de modelo energético» basado en las renovables, extremo que la CHA aceptó incluir en la moción.

El diputado del PNV, Joseba Agirretxea, defendió la enmienda de su grupo –que no fue aceptada por el diputado de CHA– en la que pidieron una moratoria en la explotación del gas no convencional mientras una comisión científica analiza la «evolución de esta tecnología». También propusieron someter los proyectos de investigación y exploración a los procedimientos de análisis y evaluación de impacto ambiental.

«Estamos en contra de la explotación industrial (con esta técnica), pero cosa distinta es no poder investigar las diferentes posibilidades que se abren a partir de modelos de exploración respetuosos de la sostenibilidad y de los parámetros medioambientales«, añadió.

En la misma línea, el diputado de CiU, Josep Sánchez Llibre, explicó que con su enmienda pretenden dar «mayor rigor científico» a la posición de voto de los nacionalistas catalanes por falta de un informe de expertos que sirva de «precedente de cualquier regulación sobre los mayores riesgos» de esta técnica, y que incorpore «recomendaciones sobre las medidas de seguridad necesarias para garantizar la salud pública y el máximo respeto del Medio Ambiente».

«Deberíamos plantear un criterio para el Gobierno y todas las comunidades autónomas», dijo el nacionalista catalán, recomendando asimismo que en Bruselas se elabore una directiva «más precisa» sobre el «fracking» con el objetivo de «evitar normativas dispares» entre los estados miembro.

El diputado de Compromís-Equo, Joan Baldoví, criticó una técnica «sucia y peligrosa» que sirve para producir un combustible muy contaminante, mientras que Teresa Jordá (ERC) recordó que los productos químicos que se usan en el «fracking» son «cancerígenos», contaminan el suelo, el agua y el aire; y suponen exponer a las personas que viven en el entorno de las explotaciones al riesgo de contaminación.

Xabier Mikel Errekondo, de Amaiur, también recordó que la población está «reclamando» un nuevo modelo energético basado en la renovables, frente al «modelo FAES» del Gobierno, un modelo «de dinero sea del color que sea y sustentado en los oligopolios». «Es usted ‘uno de los nuestros'», dijo, imitando la voz de «El Padrino» y acusando así al ministro de Industria, José Manuel Soria, de actuar en connivencia con el poder. «Aplique el principio de cautela y de precaución, sino puede que luego sea demasiado tarde», zanjó.

PP, UPyD y PNV votarán contra la prohibición del «fracking» porque hay que estudiar sus beneficios

Aunque la votación del texto –que se deriva de una interpelación al ministro de Industria, José Manuel Soria, sustanciada el pasado mes de diciembre– no se producirá hasta mañana, los parlamentarios debatieron el contenido de la propuesta y de las enmiendas, y anunciaron la posición de su voto, que será negativo en los casos de PP, UPyD y PNV.

Marcos Flores, diputado del PP, justificó esta postura en que el «fracking» es una posibilidad que «no se puede dejar de analizar» a la luz del «potencial beneficio para el país» que podría tener, y subrayó que la legislación existente es «suficiente», sobre todo porque las autorizaciones existentes son sólo de investigación y prospección y están en una fase «muy inicial».

«Necesitamos un mix energético acorde con las necesidades presentes y futuras, y eso nos obliga a ser tremendamente responsables en nuestras decisiones. Negarnos a explorar o investigar nuevas formas de obtener energía sería una temeridad, al igual que no garantizar que cualquier nueva técnica no esté dotada de la suficientes garantías para evitar riesgos», añadió.

Asimismo, recordó que países como Alemania o Estados Unidos apostaron por esta técnica, y criticó que se opte por pensar que es una «amenaza más que una oportunidad» y se «meta el miedo en el cuerpo» de la ciudadanía «apelando a graves efectos nocivos contra la salud y el medio ambiente» que ni siquiera están demostrados.

Por su parte, el portavoz adjunto de UPyD, Carlos Martínez Gorriarán, criticó que se intente prohibir una investigación científica y el consecuente desarrollo tecnológico con una moción «en tono apocalíptico» que «mantiene afirmaciones inexactas». «Renunciar expresamente y por una decisión legislativa a examinar y explorar posibilidades de autoabastecimiento de hidrocarburos es una barbaridad», añadió.

Así, rechazó «prohibir modelos alternativos de política energética por impresiones superficiales» aunque reconoció que esta nueva técnica debe someterse a estudios rigurosos de costes y riesgos, así como a una regulación que minimice sus posibles efectos perniciosos. Además, reclamó un organismo regulador específico, que siga el modelo del Consejo de Seguridad Nuclear, para que evalúe «permanentemente» las explotaciones.

Por su parte, Chesús Yuste, diputado de la Izquierda Plural (IU-ICV-CHA), explicó que su moción reclama la prohibición legal, en un máximo de tres meses, de la fracturación hidráulica, una técnica de extracción de gases no convencionales que se encuentran en rocas subterráneas poco porosas y poco permeables. Hasta entonces, el diputado aragonés también exige la suspensión inmediata de todas las licencias concedidas, la no autorización de nuevas solicitudes y la revisión del modelo energético para que se base en fuentes renovables y limpias.

Tras alertar de que esta técnica no es tan barata como se pretende hacer creer y además tiene importantes consecuencias medioambientales, Yuste recordó que esta técnica está prohibida en países como Francia, Irlanda o Canadá, mientras en otros se establecieron moratorias y suspensiones. Algo que contrasta con lo que sucede en España, donde «está proliferando su desarrollo con un enorme oscurantismo con la concesión de numerosos permisos por todo el territorio».

Ximo Puig, del PSOE, afirmó que el «fracking» es un sistema «inseguro, incierto y peligroso» y recordó que los ciudadanos de las zonas más afectadas reclaman que no se siga adelante con estas concesiones. «Pero este Gobierno, siempre tan lejos de los ciudadanos, parece que está dispuesto a pagar cualquier riesgo medioambiental para conseguir petróleo», criticó.

A renglón seguido, reclamó al Gobierno que acuda a los expertos para estudiar los riesgos «de toda índole» de esta técnica de extracción, que suspenda mientras tanto todas las actividades que supongan usar el «fracking» y no autorice nuevas solicitudes, y que «impulse un cambio de modelo energético» basado en las renovables, extremo que la CHA aceptó incluir en la moción.

El diputado del PNV, Joseba Agirretxea, defendió la enmienda de su grupo –que no fue aceptada por el diputado de CHA– en la que pidieron una moratoria en la explotación del gas no convencional mientras una comisión científica analiza la «evolución de esta tecnología». También propusieron someter los proyectos de investigación y exploración a los procedimientos de análisis y evaluación de impacto ambiental.

«Estamos en contra de la explotación industrial (con esta técnica), pero cosa distinta es no poder investigar las diferentes posibilidades que se abren a partir de modelos de exploración respetuosos de la sostenibilidad y de los parámetros medioambientales«, añadió.

En la misma línea, el diputado de CiU, Josep Sánchez Llibre, explicó que con su enmienda pretenden dar «mayor rigor científico» a la posición de voto de los nacionalistas catalanes por falta de un informe de expertos que sirva de «precedente de cualquier regulación sobre los mayores riesgos» de esta técnica, y que incorpore «recomendaciones sobre las medidas de seguridad necesarias para garantizar la salud pública y el máximo respeto del Medio Ambiente».

«Deberíamos plantear un criterio para el Gobierno y todas las comunidades autónomas», dijo el nacionalista catalán, recomendando asimismo que en Bruselas se elabore una directiva «más precisa» sobre el «fracking» con el objetivo de «evitar normativas dispares» entre los estados miembro.

El diputado de Compromís-Equo, Joan Baldoví, criticó una técnica «sucia y peligrosa» que sirve para producir un combustible muy contaminante, mientras que Teresa Jordá (ERC) recordó que los productos químicos que se usan en el «fracking» son «cancerígenos», contaminan el suelo, el agua y el aire; y suponen exponer a las personas que viven en el entorno de las explotaciones al riesgo de contaminación.

Xabier Mikel Errekondo, de Amaiur, también recordó que la población está «reclamando» un nuevo modelo energético basado en la renovables, frente al «modelo FAES» del Gobierno, un modelo «de dinero sea del color que sea y sustentado en los oligopolios». «Es usted ‘uno de los nuestros'», dijo, imitando la voz de «El Padrino» y acusando así al ministro de Industria, José Manuel Soria, de actuar en connivencia con el poder. «Aplique el principio de cautela y de precaución, sino puede que luego sea demasiado tarde», zanjó.

PP, UPyD y PNV votarán contra la prohibición del «fracking» porque hay que estudiar sus beneficios

Aunque la votación del texto –que se deriva de una interpelación al ministro de Industria, José Manuel Soria, sustanciada el pasado mes de diciembre– no se producirá hasta mañana, los parlamentarios debatieron el contenido de la propuesta y de las enmiendas, y anunciaron la posición de su voto, que será negativo en los casos de PP, UPyD y PNV.

Marcos Flores, diputado del PP, justificó esta postura en que el «fracking» es una posibilidad que «no se puede dejar de analizar» a la luz del «potencial beneficio para el país» que podría tener, y subrayó que la legislación existente es «suficiente», sobre todo porque las autorizaciones existentes son sólo de investigación y prospección y están en una fase «muy inicial».

«Necesitamos un mix energético acorde con las necesidades presentes y futuras, y eso nos obliga a ser tremendamente responsables en nuestras decisiones. Negarnos a explorar o investigar nuevas formas de obtener energía sería una temeridad, al igual que no garantizar que cualquier nueva técnica no esté dotada de la suficientes garantías para evitar riesgos», añadió.

Asimismo, recordó que países como Alemania o Estados Unidos apostaron por esta técnica, y criticó que se opte por pensar que es una «amenaza más que una oportunidad» y se «meta el miedo en el cuerpo» de la ciudadanía «apelando a graves efectos nocivos contra la salud y el medio ambiente» que ni siquiera están demostrados.

Por su parte, el portavoz adjunto de UPyD, Carlos Martínez Gorriarán, criticó que se intente prohibir una investigación científica y el consecuente desarrollo tecnológico con una moción «en tono apocalíptico» que «mantiene afirmaciones inexactas». «Renunciar expresamente y por una decisión legislativa a examinar y explorar posibilidades de autoabastecimiento de hidrocarburos es una barbaridad», añadió.

Así, rechazó «prohibir modelos alternativos de política energética por impresiones superficiales» aunque reconoció que esta nueva técnica debe someterse a estudios rigurosos de costes y riesgos, así como a una regulación que minimice sus posibles efectos perniciosos. Además, reclamó un organismo regulador específico, que siga el modelo del Consejo de Seguridad Nuclear, para que evalúe «permanentemente» las explotaciones.

Por su parte, Chesús Yuste, diputado de la Izquierda Plural (IU-ICV-CHA), explicó que su moción reclama la prohibición legal, en un máximo de tres meses, de la fracturación hidráulica, una técnica de extracción de gases no convencionales que se encuentran en rocas subterráneas poco porosas y poco permeables. Hasta entonces, el diputado aragonés también exige la suspensión inmediata de todas las licencias concedidas, la no autorización de nuevas solicitudes y la revisión del modelo energético para que se base en fuentes renovables y limpias.

Tras alertar de que esta técnica no es tan barata como se pretende hacer creer y además tiene importantes consecuencias medioambientales, Yuste recordó que esta técnica está prohibida en países como Francia, Irlanda o Canadá, mientras en otros se establecieron moratorias y suspensiones. Algo que contrasta con lo que sucede en España, donde «está proliferando su desarrollo con un enorme oscurantismo con la concesión de numerosos permisos por todo el territorio».

Ximo Puig, del PSOE, afirmó que el «fracking» es un sistema «inseguro, incierto y peligroso» y recordó que los ciudadanos de las zonas más afectadas reclaman que no se siga adelante con estas concesiones. «Pero este Gobierno, siempre tan lejos de los ciudadanos, parece que está dispuesto a pagar cualquier riesgo medioambiental para conseguir petróleo», criticó.

A renglón seguido, reclamó al Gobierno que acuda a los expertos para estudiar los riesgos «de toda índole» de esta técnica de extracción, que suspenda mientras tanto todas las actividades que supongan usar el «fracking» y no autorice nuevas solicitudes, y que «impulse un cambio de modelo energético» basado en las renovables, extremo que la CHA aceptó incluir en la moción.

El diputado del PNV, Joseba Agirretxea, defendió la enmienda de su grupo –que no fue aceptada por el diputado de CHA– en la que pidieron una moratoria en la explotación del gas no convencional mientras una comisión científica analiza la «evolución de esta tecnología». También propusieron someter los proyectos de investigación y exploración a los procedimientos de análisis y evaluación de impacto ambiental.

«Estamos en contra de la explotación industrial (con esta técnica), pero cosa distinta es no poder investigar las diferentes posibilidades que se abren a partir de modelos de exploración respetuosos de la sostenibilidad y de los parámetros medioambientales«, añadió.

En la misma línea, el diputado de CiU, Josep Sánchez Llibre, explicó que con su enmienda pretenden dar «mayor rigor científico» a la posición de voto de los nacionalistas catalanes por falta de un informe de expertos que sirva de «precedente de cualquier regulación sobre los mayores riesgos» de esta técnica, y que incorpore «recomendaciones sobre las medidas de seguridad necesarias para garantizar la salud pública y el máximo respeto del Medio Ambiente».

«Deberíamos plantear un criterio para el Gobierno y todas las comunidades autónomas», dijo el nacionalista catalán, recomendando asimismo que en Bruselas se elabore una directiva «más precisa» sobre el «fracking» con el objetivo de «evitar normativas dispares» entre los estados miembro.

El diputado de Compromís-Equo, Joan Baldoví, criticó una técnica «sucia y peligrosa» que sirve para producir un combustible muy contaminante, mientras que Teresa Jordá (ERC) recordó que los productos químicos que se usan en el «fracking» son «cancerígenos», contaminan el suelo, el agua y el aire; y suponen exponer a las personas que viven en el entorno de las explotaciones al riesgo de contaminación.

Xabier Mikel Errekondo, de Amaiur, también recordó que la población está «reclamando» un nuevo modelo energético basado en la renovables, frente al «modelo FAES» del Gobierno, un modelo «de dinero sea del color que sea y sustentado en los oligopolios». «Es usted ‘uno de los nuestros'», dijo, imitando la voz de «El Padrino» y acusando así al ministro de Industria, José Manuel Soria, de actuar en connivencia con el poder. «Aplique el principio de cautela y de precaución, sino puede que luego sea demasiado tarde», zanjó.

0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *