Según el organismo regulador, el «espectacular» crecimiento que ha experimentado la energía solar fotovoltaica en nuestro país ha propiciado que estas instalaciones tengan importantes implicaciones en la operación del sistema eléctrico y en su sostenibilidad económica.

Por ello, se considera necesario que las nuevas instalaciones cumplan unos determinados requisitos que minimicen las incidencias técnicas en el sistema eléctrico, dado que pueden afectar a su seguridad.

La CNE hizo estas consideraciones en un informe sobre la propuesta de orden del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio por la que se establecen los requisitos técnicos y de calidad de las instalaciones fotovoltaicas para contribuir a la seguridad de suministro.

El organismo que preside María Teresa Costa asegura además que acreditar a los instaladores de las plantas fotovoltaicas es un requisito adicional y necesario que complementa las exigencias establecidas.

El mantenimiento debe realizarse por personal técnico cualificado según la legislación vigente, bajo la responsabilidad de la empresa de mantenimiento.

Asimismo, considera que los contratos de mantenimiento, tanto de las instalaciones existentes, como de las nuevas, deben prolongarse a lo largo de toda la vida útil para que el correcto funcionamiento de las plantas fotovoltaicas no sea algo restringido al inicio de su actividad, lo que minimizará al mismo tiempo los posibles efectos negativos que pueden tener sobre el sistema eléctrico.

Ante un incumplimiento de los requisitos técnicos y de calidad, la CNE asegura que lo adecuado no es cancelar la inscripción de la instalación en el registro de régimen especial, sino que estas plantas fotovoltaicas no perciban las primas correspondientes.

Los instaladores de sistemas fotovoltaicos dispondrán de un plazo de 12 meses, a contar desde la publicación de esta orden en el Boletín Oficial del Estado (BOE) para cumplir con los requisitos y acreditaciones previstos.