La central de Garoña produjo 3.747 millones de KWh en 2011, el doble del consumo eléctrico de La Rioja

La central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos) produjo 3.747 millones de kilowatios hora (KWh) a lo largo de 2011, lo que equivale al doble del consumo eléctrico de La Rioja. La cifra asciende a 129.455 millones de KWh de producción desde que inició su operación el 2 de marzo de 1971, según datos del balance de Nuclenor.

Así, la producción del factor de carga ha alcanzado el 91,8% con un factor de operación (tiempo que ha funcionado) del 92,46%, es decir, prácticamente todo el año excepto durante la parada programada de la planta, que se realizó entre el 1 el 29 de mayo, para acometer tareas de mantenimiento en el interior de la contención primaria.

A lo largo del año, la planta burgalesa comunicó al CSN ocho sucesos notificables, la mayoría de ellos durante la parada programada. Además, en enero, marzo, abril, septiembre y diciembre se realizaron variaciones programadas de carga, de horas de duración, con el objetivo de realizar el cambio de secuencia de las barras de control.

Asimismo, el titular subraya que la electricidad generada por Garoña satisfizo las necesidades de electricidad anuales de unas 250.000 familias; el doble del consumo eléctrico de La Rioja; el 78% del consumo de Cantabria; cerca del 70% del consumo eléctrico de Navarra o el 20% del País Vasco.

Durante la parada de recarga y mantenimiento se realizaron más de 3.500 trabajos en la instalación en los que intervinieron 1.622 profesionales de 60 empresas.

En total se sustituyeron 121 elementos de combustible y se inspeccionó el interior de la vasija. Se actuó también en otros sistemas y equipos de la planta, en la turbina y en el generador, al tiempo que se sustituyeron siete accionadores, los motores de las bombas del sistema B de inyección de agua a baja presión al reactor entre otras actuaciones.

Durante 2011 el CSN acometió 30 inspecciones a la planta que atestiguaron «el funcionamiento fiable y seguro» de la central y, tras el accidente en la central nuclear de Fukushima Daiichi (Japón) se sometió -como el resto del parque atómico español- a las pruebas de resistencia.

En este sentido, los resultados globales del informe indicaron que los márgenes de seguridad son superiores a los requeridos en las bases de diseño y «garantizan» que la instalación pueda hacer frente a los aspectos analizados, entre los que figuran sucesos externos de origen natural como terremotos o inundaciones.

Por ello, Nuclenor valora que los resultados de las pruebas demuestran que Santa María de Garoña se encuentra al mismo nivel que el resto de centrales españolas porque la planta cumple con los requisitos de seguridad necesarios y, las mejoras implantadas y propuestas reforzarán «aún más la fiabilidad de la instalación».

Por otro lado, en cuanto al impacto radiológico en el entorno de Garoña los datos señalan que el efecto es «prácticamente inapreciable».

La actividad de la central, según varios análisis supone un efecto del 0,16 por ciento respecto de la radiación natural en el entorno. Para ello, dentro del Programa de Vigilancia Radiológica Ambiental se toman unas 2.000 medidas o muestras al año, con el fin de evaluar el impacto radiológico de la central en el entorno.

En total, más del 98 por ciento de la dosis recibida cada año en la zona procede de la radiación natural, el resto está relacionada sobre todo con la medicina o la televisión.

En 2011 se recogieron 1.361 muestras y se realizaron 1.871 análisis. Si bien, desde el inicio del Plan de Vigilancia Radiológica Ambiental se han realizado unos 84.000 análisis en el entorno de la central en un radio de 30 kilómetros de la planta.

Respecto al impacto socioeconómico, en 2011 generó un impacto directo en el entorno de 43,98 millones de euros, de los que Nuclenor destaca el volumen de compras y contrataciones, que ascendió a 16,42 millones de euros, de los que 9,65 se realizaron en el valle de Tobalina y su entorno y otros 6,7 al resto de la provincia de Burgos. De la planta dependen directamente cerca de 1.000 familias y el 95 por ciento del empleo generado se contrata en la zona de influencia.

Finalmente, Nuclenor incide en que el empleo generado por la planta en 2011 supuso un volumen económico de 26,3 millones de euros. Desde 2002, el impacto socioeconómico de la central en el entorno superó los 355 millones de euros. Estos datos la convierten en la octava empresa de Burgos por volumen de facturación y está entre las 30 primeras de Castilla y León.

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