ACS prevé recuperar parte de sus pérdidas si las acciones de Iberdrola cotizan a más de 3,26 euros
El anuncio lo hizo durante su intervención en la Junta General Ordinaria de Accionistas el presidente de ACS, Florentino Pérez, quien explicó que la compañía suscribió este contrato de derivados sobre 597 millones de acciones de Iberdrola (cerca del 10% de su capital) en vista de que la eléctrica cotizaba «muy por debajo» de su valor. Los títulos de Iberdrola cotizaban este viernes en torno a los 4,2 euros por acción.
Asimismo, Pérez subrayó que la volatilidad de los mercados financieros afectó «significativamente» a Iberdrola, desde julio de 2011 y durante 2012, lo que hizo que su cotización cayese más del 50% a mediados del pasado año hasta los 2,65 euros por acción. Esta situación, explicó el presidente de ACS, hizo «aconsejable» realizar un saneamiento de su participación en Iberdrola.
ACS vendió en 2012 acciones de Iberdrola que representaban el 12% del capital social con unas minusvalías de 1.312 millones de euros. Tras esta operación, y de acuerdo con los registros oficiales de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el grupo de construcción y de servicios tiene el 6,6% de Iberdrola.
Por ello, y al entender que esta situación era coyuntural y que los precios estaban muy por debajo del valor fundamental de la eléctrica, ACS suscribió dicho contrato de derivados, con el que espera recuperar parte de las pérdidas de 2012.
El pasado ejercicio, ACS registró una pérdida neta de 1.926 millones de euros frente a las ganancias de 962 millones del año anterior debido a diversos factores extraordinarios relativos a su inversión en Iberdrola y a las provisiones sobre activos y gastos derivados de su reestructuración financiera.
Durante la junta, Tomás Peña Barrena, un antiguo ejecutivo de Dragados y poseedor de 104 acciones, solicitó la remoción de Florentino Pérez al frente de ACS al entender que lleva a cabo un «comportamiento temerario sobre determinadas inversiones en Hochtief e Iberdrola que ponen en riesgo la viabilidad futura del grupo y que colocan a la compañía en una situación límite y de consecuencias impredecibles».
El exdirectivo, que al igual que el pasado año impugnó los acuerdos de la junta relativos a los resultados del grupo en 2012, y a la remuneración y gestión de los consejeros, tiene cerca de 15 acciones judiciales abiertas contra ACS al entender que el suyo fue un despido improcedente.
De cara a 2015, la compañía prevé realizar desinversiones en activos no estratégicos, entre ellos parques eólicos, plantas termosolares, (pendientes de la reforma energética que prepara el Ejecutivo y para los que se provisionaron 300 millones en 2012) autopistas, desaladoras, activos inmobiliarios o líneas eléctricas en Brasil. El objetivo es cerrar el año con un endeudamiento en el entorno de los 3.000 millones de euros.
Por otro lado, el presidente reclamó planes de estímulo a la vista de la elevada tasa de paro y se mostró confiado en que se logre un acuerdo respecto a la sociedad pública que se cree para rescatar autopistas de peaje en quiebra.



Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir