ACS pierde 540 millones de euros al vender un 3,69% de Iberdrola por 798 millones a 3,6 euros por acción
con descuentos del 7%
En un comunicado posterior, la entidad informó de su decisión de destinar los casi 800 millones de euros a «reducir la deuda corporativa y robustecer la liquidez del grupo por la liberación de garantías».
Tras esta comunicación, la CNMV reanudó la cotización de las dos empresas, que regresaron a la Bolsa con fuertes descensos, del 5,31% para Iberdrola, que se cotiza a 3,7 euros, y del 3,37% para ACS, cuyos títulos se cambian a 16,9 euros.
La constructora sorprendió al mercado al anunciar su decisión de vender el 3,69% de Iberdrola, debido a la necesidad de reducir su deuda, que se eleva a 9.334 millones de euros.
Algunos medios afirmaron que ACS tomó esta decisión para no aportar garantías adicionales a los bancos acreedores tras el retroceso de Iberdrola en Bolsa de los últimos días, que le llevó a cotizar por debajo de los 4 euros.
ACS tiene contabilizadas sus acciones de Iberdrola a un precio medio de unos 7,5 euros por acción, y la deuda asociada a esta inversión asciende a casi 5.000 millones de euros, por lo que la venta, al precio fijado este miércoles, le genera unas pérdidas de 540 millones de euros.
La entidad confió en compensar este impacto negativo en los resultados con «las plusvalías por la venta de activos no estratégicos a lo largo del año, entre las que se incluye la venta parcial de Clece, ya realizada, que supera los 150 millones de euros».
Pese a esta venta, ACS comunicó a la CNMV que mantiene una participación del 14,85% en la eléctrica, de la que sigue siendo el principal accionista, y con el compromiso de permanecer como «socio estable a largo plazo».
Otros inversores de referencia de Iberdrola son Banco Financiero y de Ahorros, con el 5,408%, mientras que Kutxabank posee el 5,487%, Natixis, el 5,481%, Qatar Investment Authority, el 6,162%, y Residencial Montecarmelo, el 7,774%.
ACS entró en el capital de Iberdrola a finales de septiembre de 2006 mediante la compra del 10% de su capital, que elevaría hasta el 20,2% en enero de 2011.
Desde la adquisición inicial, ACS estuvo pleiteando con Iberdrola porque la compañía eléctrica le negó un puesto en el consejo de administración alegando conflicto de intereses, punto que los directivos de la constructora confirmaron que que persisten en su intención de entrar en el consejo de Iberdrola..
La semana pasada se supo que el Tribunal Supremo desestimó el recurso contencioso-administrativo interpuesto por Iberdrola contra el artículo 515 de la Ley de Sociedades de Capital -conocida como «ley antiblindajes»-, que elimina las restricciones de voto en las cotizadas y que autoriza a ACS, su principal accionista, a votar por el 19,02% de su participación en la eléctrica.



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