Paulino Rivero acusa al Estado de «trato colonial» y de esquilmar los recursos petrolíferos de Canarias

El presidente de la comunidad autónoma defendió en Lanzarote que «Canarias tiene que decir basta ya» en el trato que está recibiendo por parte de la Administración del Estado, a la que ha reprochado que «no está siendo sensible con un territorio alejado y con una posición geográfica en el continente africano».

Rivero compareció en Arrecife acompañado por el presidente del Cabildo de Lanzarote, Pedro San Ginés (CC), y el consejero de Cultura de Fuerteventura, Juan Jiménez (PSOE), para exigir al Gobierno de España la suspensión inmediata de los permisos que concedió a Repsol para iniciar el estudio de los fondos marinos en seis de las nueve áreas que está interesada en sondear.

El Gobierno de Canarias y los Cabildos de Lanzarote y Fuerteventura emprendieron en los últimos meses una batalla judicial con el propósito de bloquear los permisos concedidos por el Consejo de Ministros a un consorcio liderado por Repsol para buscar petróleo en aguas del Atlántico cercanas a ambas islas.

Las autorizaciones siguen su trámite pendientes de obtener el visto bueno ambiental, en un expediente que incluye el estudio que la compañía puede ahora acometer para conocer las condiciones del agua y de los sedimentos del lecho marino en esa zona.

Tanto Rivero como San Ginés anunciaron que el Gobierno canario y el Cabildo lanzaroteño recurrirán esos permisos ante los tribunales, como ya hicieron en su momento con el decreto que autorizaba las prospecciones, en un litigio aún pendiente de fallo.

El presidente canario recordó que el Gobierno de la comunidad autónoma, su Parlamento, los cabildos de Fuerteventura y Lanzarote y los ayuntamientos ambas islas se posicionaron de forma unánime en contra de los sondeos petrolíferos, por entender que ponen en riesgo el patrimonio natural del archipiélago y su principal industria y fuente de empleo, el turismo.

Rivero subrayó que, con esos antecedentes, no comprende que el Gobierno central actúe tan «a la ligera» en este asunto.

«Estamos hablando del Gobierno de un país descentralizado, que ve como sale a la calle la gente para manifestar su rechazo a las prospecciones y sigue adelante. No lo entiendo», señaló el presidente, quien se preguntó si lo que busca el Ejecutivo central con su proceder es «que se produzca una fractura con Canarias».

Rivero insistió por ello en que «Canarias tiene que decir basta ya» ante el trato que está recibiendo del Gobierno central y recordó que la comunidad autónoma apuesta por potenciar las energías renovables y reducir sus emisiones de dióxido de carbono.

También advirtió de que la economía canaria se basa en el desarrollo de una actividad turística que está asentada en la naturaleza. «Eso es lo que nos permite desarrollar una actividad económica y es lo que tenemos que apoyar y defender», añadió.

El presidente canario y los representantes de los Cabildos de Lanzarote y Fuerteventura coincidieron en señalar la importancia de mantener vivo y activo «el eje social» de esta reivindicación frente «a las campañas de desinformación» que, a su juicio, está llevando a cabo la compañía Repsol.

Paulino Rivero denunció que el petróleo «no es ni será nunca» una riqueza para Canarias, «como algunos intentan vender, sino para los accionistas de Repsol», y se preguntó «de qué serviría» a las islas que les den «todo el dinero del mundo» si con ello «hipotecan su futuro».

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