Soria considera artificial la polémica sobre las prospecciones en Canarias
En su primera comparecencia pública en Canarias desde que el Consejo de Ministros desbloqueó los permisos para realizar sondeos de hidrocarburos a 61 kilómetros de Lanzarote y Fuerteventura, Soria volvió a defender que renunciar a descubrir petróleo en aguas españolas «es un lujo» que el país «no se puede permitir»
En un coloquio organizado por la Asociación para el Progreso de la Dirección, el ministro aprovechó la presencia en el auditorio de numerosos empresarios del archipiélago para asegurarles que «no entiende el pequeño revuelo que se ha montado» y les confesó que no le da «mucha importancia».
Soria recordó que uno de sus antecesores en la cartera de Industria, el socialista José Montilla, dejó listo el real decreto para retomar los permisos de prospecciones petrolíferas de 2001 «una vez solventados» los defectos sobre el control ambiental que habían llevado al Tribunal Supremo a revocarlos, algo que no llegó a materializarse por decisión del presidente Rodríguez Zapatero.
Insistió en que quienes hoy se oponen a las prospecciones desde el Gobierno de Canarias, los líderes de CC y PSC-PSOE, eran partidarios de que se retomaran «hace solo unos meses».
«Lo único que ha cambiado desde entonces hasta ahora es el que el responsable de Industria es otro, quien les habla», zanjó.
El ministro subrayó que, para él, fue «un honor» plantear de nuevo al Consejo de Ministros esos permisos para la búsqueda de hidrocarburos en la mediana que divide las aguas españolas y marroquíes frente a Canarias, porque, como ha dicho en las últimas semanas, esta puede ser la mejor decisión que tendrá la oportunidad de tomar en beneficio de su tierra natal.
El titular de Industria recordó que España importa en la actualidad el 99,8% del petróleo que consume, 1.400.000 barriles diarios, y reiteró que, si se cumplen las previsiones, los yacimientos canarios podrían cubrir el 10% de esa demanda, suministrando 140.000 barriles al día durante un periodo de 20 años.
Soria enfatizó que más allá de lo que eso supone para el conjunto de España, la hipotética extracción de petróleo en aguas próximas a Canarias induciría en las islas una actividad industrial de la que ahora están necesitadas, tras el retroceso que experimentó ese sector en la última década (su peso en el PIB canario ha caído en los últimos 15 años del 8% al 4%).
Esa actividad industrial inducida por el petróleo, argumentó, proporcionaría a Canarias, «esta vez sí, la diversificación económica» por la que todas las fuerzas políticas abogaron largo tiempo, pero que «no se consigue por decreto».
En este sentido, el ministro se mostró convencido de que el turismo «seguirá siendo el motor de la economía canaria», pero insistió en que «ya no basta», como demuestra, a su juicio, el hecho de que el archipiélago tenga en estos momentos una tasa de paro del 31%, a pesar de haber vivido en 2011 un año turístico de récord, con 12 millones de visitantes.
El PSOE avisa de que un vertido dejaría sin agua a Lanzarote y Fuerteventura
Sebastián Franquis, diputado del PSOE por Las Palmas de Gran Canaria, preguntó al Gobierno en el Congreso qué garantías tiene de que no se vayan a producir derrames por las prospecciones petrolíferas en las costas canarias y advirtió de que, en caso de un vertido, las islas de Lanzarote y Fuerteventura quedarían sin agua pues dependen de las desaladoras.
A través de una batería de medio centenar de preguntas registrada en el Congreso, el Grupo Socialista quiso conocer los planes del Gobierno en relación con las prospecciones petrolíferas y con otra serie de inversiones comprometidas con el archipiélago.
Así, Franquis pidió saber qué tipo de técnica se empleará para la extracción de hidrocarburos y si el Gobierno «está en condiciones de afirmar que es imposible que ocurra algún tipo de derrame».
Según argumentó, «está demostrado científicamente que en la fase de extracción del petróleo se producen pequeños derrames por las pérdidas de las válvulas y la limpieza de la propia plataforma», y pidió saber cuántas denuncias recibió Repsol por vertidos en los últimos seis años.
Además, recordó al Gobierno los recelos de los operadores turísticos británicos a esos sondeos petrolíferos en Canarias y preguntó qué previsiones tiene el Gobierno sobre las consecuencias de esos derrames sobre la fauna marítima, la industria pesquera y el turismo.
Pero va más allá y, tras recordar que Lanzarote y Fuerteventura no disponen de fuentes propias de agua dulce y que dependen «totalmente» de sus sistemas de desalación, pidió conocer los planes del Gobierno ante una «posible situación de desabastecimiento temporal de agua en esas islas en caso de que, a causa de un vertido, las plantas desaladoras quedasen inoperativas».
En otra pregunta se recordó que un reglamento comunitario sobre la seguridad de las actividades de prospección avisa de que «la probabilidad de un grave accidente en plataformas en alta mar en aguas europeas sigue siendo inadmisiblemente alto» y anunció una serie de medidas de prevención que, en el caso de Canarias, ya llegarán tarde porque la autorización a Repsol no esperó.
Igualmente, exigió que el Ministerio de Industria exponga los informes que tiene para asegurar que hay «mucho petróleo y de buena calidad» frente a las costas de Fuerteventura y Lanzarote, como afirmó José Manuel Soria el pasado 31 de enero, y pidió saber por qué no se autorizan las prospecciones que se demandaban en aguas de la Comunidad Valenciana y sin embargo se da vía libre a las de Canarias.

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