El Gobierno alemán aprueba su polémico plan energético entre críticas y protestas

Hasta ahora, el plan de abandono de la energía nuclear -aprobado en tiempos de la coalición rojiverde presidida por Gerhard Schröder contemplaba que el último reactor atómico en Alemania debía ser desconectado en 2022.

El proyecto de ley del gobierno de Angela Merkel, con un concepto energético para las próximas cuatro décadas, alarga la vida de los reactores nucleares entre 8 y 14 años de manera que, si el plan pasa el tramite legislativo, la energía nuclear seguiría funcionando en Alemania por lo menos hasta 2036.

En Alemania hay una discusión acerca de si el plan energético debe ser ratificado por el Bundesrat, cámara donde están representados los gobiernos regionales y donde el gobierno federal no tiene mayoría, o si basta la aprobación de la ley por parte de la cámara baja (Bundestag).

Mientras el gobierno considera que la aprobación del Bundestag es suficiente, la oposición insiste en que la ratificación del Bundesrat es necesaria y ha amenazado con recurrir al Tribunal Constitucional en caso de que el gobierno pase por alto a esa cámara.

Aunque el alargamiento de la vida de las centrales nucleares es el tema que más discusiones ha suscitado, Merkel ha insistido en repetidas ocasiones que el plan no se limita a ello sino que tiene metas ambiciosas como la reducción de las emisiones de CO2 en un 80% hasta 2050. Para la misma fecha, se proyecta un aumento de la cuota de mercado de las energías renovables también hasta el 80%.

En el plan, la energía atómica es vista como una tecnología «puente» que deberá garantizar el suministro energético hasta que las energías renovables puedan cubrir buena parte de las necesidades.

No obstante, la oposición considera que el alargamiento de la vida de las centrales atómicas frena el desarrollo de las energías renovables, un sector que ha tenido un crecimiento vertiginoso desde que se aprobó el plan de abandono de la energía nuclear en 2001.

Mientras que a comienzos de la década las energías renovables tenían una cuota de mercado de entre el 2 y el 3% esta ha crecido hasta cerca del 18%.

Greenpeace protesta ante las centrales nucleares alemanas

Por su parte, la organización ecologista Greenpeace ha realizado acciones de protesta ante las 12 centrales nucleares alemanas en funcionamiento para denunciar el plan energético que tiene previsto aprobar el gabinete de la canciller federal, Angela Merkel.

Los activistas de Greenpeace proyectaron en las gigantescas torres de refrigeración y otros edificios de las distintas plantas nucleares el eslogan «La energía atómica daña a Alemania».

La organización ecologista exige que el ministro alemán de Medio Ambiente, Norbert Röttgen, que rechace el plan, así como la clausura inmediata de los siete reactores mas antiguos y el abandono definitivo de la energía atómica en 2015.

«Sigue existiendo el peligro de contaminación radiactiva en el caso de un grave accidente nuclear y la producción de basura atómica continúa, pese a que no existe aun un depósito definitivo para almacenarla», señaló el experto energético de Greenpeace Tobias Münchmeyer en un comunicado.

«El llamado concepto energético del Gobierno no es mas que un envoltorio para un regalo multimillonario para los consorcios atómicos«, señaló Münchmeyer.

La acción de Greenpeace se vio torpedeada por los responsables de varias centrales atómicas que iluminaron las torres de refrigeración de sus reactores con focos tan potentes que lograron difuminar el mensaje proyectado por los ecologistas.

E.On cree que el plan energético supone «un importante paso»

Por su parte, E.On ha recibido con «satisfacción» el plan energético del Gobierno alemán, ya que considera que supone «un importante paso» para el futuro de la energía en Alemania.

El presidente del grupo alemán, Johannes Teyssen, consideró que el plan energético traza «una transición paso a paso» desde el abastecimiento energético de hoy en día, derivado principalmente de fuentes fósiles, a un futuro con bajas emisiones de dióxido de carbono, basado principalmente en fuentes renovables.

Así, Teyssen señaló que se trata de un plan «extremadamente ambicioso» y que el Gobierno alemán señala, «acertadamente, que sólo se puede lograr con un marco europeo y mundial estable».

En concreto, el grupo energético alemán prevé recortar las emisiones de CO2 por kilovatios/hora (KWh) de electricidad producida para 2030 y continuará con su expansión de las energías renovables.

El Gobierno alemán ha presentado un marco que transformará el abastecimiento de energía durante los próximos decenios y que respalda una economía con bajas emisiones de carbono en Europa, que trata de evitar un 85% de las emisiones de gases de efecto invernadero para mediados de este siglo.

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