Según informó la compañía, una de las actuaciones consistió en sustituir el habitual trazado de la línea de baja tensión –formado por tres cables paralelos– por un sistema de cable trenzado, lo que supone una reducción importante tanto de las medidas como de la amplitud física de la línea.

Este sistema permite minimizar el riesgo de incendio forestal y disminuir la posibilidad de impacto de los pájaros; en total, con este diseño se reformaron casi 22 kilómetros de línea en las comarcas de Girona.

Otra de las medidas que se llevó a cabo para evitar riesgos eléctricos a los pájaros es la instalación de unas fundas aislantes, para evitar una posible descarga eléctrica, y de unos dispositivos anti-pose, que tienen la función de disuadir a las aves de utilizar la torre eléctrica como punto de descanso.

Esta iniciativa, apuntó Endesa, también supone una mejora en la calidad del suministro a los clientes, ya que las colisiones de aves con las infraestructuras eléctricas pueden suponer una interrupción del servicio.