Mª Teresa Domínguez afirma que «hay que contar con la nuclear», como en Alemania
La presidenta del Foro Nuclear calificó de «muy positiva» la decisión del Gobierno alemán de alargar la vida de las centrales nucleares, y añadió que en realidad el país germano es «uno de los últimos» que toma dicha decisión, mientras que España es de los pocos que aún no han dado «signos positivos» en este sentido.
Para la presidenta del «lobby» nuclear español, esta postura demuestra que «nada es definitivo e irreversible» y que «un buen Gobierno ha de ser capaz de reconsiderar sus decisiones», como la de cerrar la central de Garoña (Burgos) en 2013.
«Nosotros vamos a apoyar que se siga un camino parecido en España», indicó Domínguez. Desde su punto de vista, una central es «un bien adquirido por un país» que debe utilizarse tanto tiempo como sea seguro y añadió que es el Consejo de Seguridad Nuclear quien debe dictaminar sobre los niveles de seguridad.
Por ello, abogó por que la vida de las plantas se extienda diez años más, incluida la de Garoña. «Todo se puede volver a valorar, también la decisión de Garoña», dijo.
Asimismo, Domínguez confió en que la postura de Alemania, al fin y al cabo uno de los países con más peso en la Unión Europea, ejerza influencia en Europa y, en concreto, en España.
Desde el punto de vista del Foro Nuclear, la decisión alemana es un ejemplo de planificación energética, ya que se ha tomado con tiempo suficiente para que la vida de las centrales se prolongue «de forma natural, sin paralizar su operación ni las inversiones».
Finalmente, Domínguez destacó la apuesta de Alemania por las energías renovables, «de la que nadie duda». Por ello, añadió, «este paso significa que, para la transición a otro modelo energético, al que se llegará en unas dos décadas, es imprescindible valorar la energía nuclear; al menos durante esa transición. La decisión de Alemania es la confirmación de que la nuclear es necesaria», concluyó.
José Alejandro Pina, presidente de Enresa, empresa que se encarga de la gestión de los residuos radiactivos en España, señaló que las centrales nucleares no son las únicas que producen residuos radiactivos, sino que también lo hacen «universidades y hospitales» y que están «presentes en muchas de las actividades que realizamos».
Respecto a la oposición de un gran sector de la población española a este tipo de energía, Domínguez admitió que no sabe muy bien por qué se produce dado que «los países que tienen energía nuclear son los que cuentan con un mayor apoyo de la sociedad», y en España la energía nuclear «goza de una salud enorme».
Sin embargo, la presidenta de Foro Nuclear aceptó como posibles causas el miedo a otro Chernóbil, algo que actualmente «no puede pasar», y la actividad de algunos grupos ecologistas, a los que considera que van «por caminos de debilidad ante las realidades» y cuyas ideas en este aspecto «tienen cada vez menos repercusión».
La protección del medio ambiente es una cuestión prioritaria «desde el principio»
Por otra parte, la presidenta del Foro de la Industria Nuclear aseguró que la protección por el medio ambiente es una cuestión «prioritaria desde el principio de la operación de las centrales nucleares».
Domínguez subrayó que el sector nuclear ha sido «uno de los primeros» en realizar un estudio de protección medioambiental porque su preocupación por el medio ambiente «no es una cosa nueva ni se hace porque esté de moda». «Se ha hecho desde siempre», apsotilló.
«Debido a los estudios medioambientales el sector ha sido capaz de controlar el impacto radiológico. Eso se ha constatado en las centrales», ha defendido.
En las jornadas, también se explicó el estudio epidemiológico sobre el impacto sobre la salud de las centrales nucleares realizado por el Instituto de Salud Carlos III, el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) y el apoyo de otras instituciones en el radio de las instalaciones nucleares con todos los municipios en el área de 30 kilómetros y un muestreo en el radio de 50 a 100 kilómetros.
En ese sentido, manifestó que con este documento «se ha constatado que realmente la operación de las centrales no ha producido ningún impacto discernible» sobre la población ni el medio ambiente de los alrededores de las plantas atómicas y se ha demostrado que «las instalaciones nucleares no afectan al riesgo de cáncer».
Además, indicó que las conclusiones de este documento son «muy importantes por el rigor con que se ha hecho», de modo que ha adelantado que el Consejo de Seguridad Nuclear prevé presentárselo al resto de los reguladores atómicos europeos «próximamente» porque se trata de un estudio «modélico y que no se ha hecho en ningún otro país«.
Por otro lado, introdujo a los profesores asistentes en el tema del Almacén Temporal Centralizado (ATC) de residuos nucleares de alta actividad y combustible gastado del que recordó que «se tendrá que abordar en los próximos meses». De este modo, se explicó en qué consiste, cómo funciona, y sus condiciones de seguridad para que los docentes tengan material didáctico a disposición de sus alumnos durante este curso.



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