Las energías renovables favorecen a las centrales térmicas frente a las nucleares, según asegura la AEN
«La introducción de energías renovables variables en sistemas que actualmente recurren a la energía nuclear supondrá probablemente un aumento de las emisiones globales de carbono porque habrá que recurrir a medios de reserva que emiten más CO2″, señaló la AEN, cuyo director general es el español Luis E. Echávarri.
El estudio sobre las interacciones entre energías renovables de producción irregular como la eólica o la solar y la nuclear frente a los costes del sistema eléctrico, insistió en que hay que tener en cuenta los costes de carácter sistémico, esencialmente los de las redes de transporte y los necesarios para equilibrar la generación y la demanda.
Afirmó que los costes en redes para las tecnologías programables como las de las centrales nucleares son de tres dólares por megavatio hora generado, mientras que suben hasta 40 dólares en la producción eólica terrestre, hasta 45 dólares para molinos de viento instalados en el mar y 80 dólares en el caso de la solar.
Es más, previno de que «los costes sistémicos aumentan con la tasa de penetración de las tecnologías renovables», y de que «no tener en cuenta los costes sistémicos supone añadir nuevas subvenciones implícitas a las ya importantes de las que se benefician las energías renovables variables».
La agencia consideró que aunque a corto plazo las instalaciones atómicas tendrán un mejor comportamiento que las térmicas de gas o de carbón gracias a sus reducidos gastos variables, a largo plazo cuando haya que construir otras nuevas para reemplazarlas y realizar fuertes inversiones los bajos niveles de carga les penalizará.



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