José Folgado califica de «problema macroeconómico» la dependencia energética y ve «insustituibles» la nuclear y las energías renovables

Durante su intervención en la jornada «Liderando sin fronteras» organizada por la Confederación Española de Directivos y Ejecutivos (CEDE), Folgado aseguró que el impacto de la importaciones energéticas afecta a la economía y podría desembocar en un problema «financiero» para el país.

En su opinión, los datos de déficit exterior demuestran que «algo no va bien desde el punto de vista de la competitividad», en especial en un momento de recesión económica.

Añadió que, de no ser por la energía, España habría tenido superávit exterior en el primer semestre del año.

Para solucionar esta dependencia, Folgado apostó por la diversificación energética, la eficiencia y por una mayor electrificación.

Esto debe ser especialmente significativo en el transporte y, en ese sentido, recordó que el 94% del transporte de mercancías en España se hace por carretera, es decir, se utiliza como fuente de energía el petróleo, cuando hay oportunidades tanto en el ferrocarril como en el vehículo eléctrico.

El presidente de REE reconoció que en los últimos años se avanzó mucho para reducir esa dependencia, sobre todo mediante la introducción de renovables, aunque recordó que para avanzar en ese sentido es imprescindible reforzar las interconexiones internacionales.

Por otro lado, Folgado descartó que exista una distribución ideal de tecnologías o «mix» energético y recordó que este tiene que cumplir simultáneamente tres objetivos: competitividad económica, seguridad de suministro -algo especialmente importante en España por su característica de «isla energética- y los «compromisos asumidos en materia de desarrollo sostenible».

En ese sentido, consideró que para abordar esos objetivos hay dos tecnologías «absolutamente insustituibles», la nuclear y las renovables.

Respecto a las renovables, Folgado señaló que cuentan con una serie de beneficios, entre los que se incluye la reducción de la dependencia energética y de las emisiones contaminantes, y que podrían llegar a cubrir el 80% de la demanda española sin afectar a la seguridad de suministro.

Sin embargo, recordó que no son gestionables, es decir, que solo funcionan cuando hay viento o sol, por lo que necesitan basarse en energías convencionales para cuando no cuentan con recursos suficientes para producir.

Por lo que respecta al resto de tecnologías, Folgado apuntó que el carbón «puede ser competitivo» pero que es contaminante y que las centrales de ciclo combinado, que utilizan como materia prima el gas natural, «están llamadas a jugar un papel importante» porque cuentan con un buen nivel de diversificación de suministro.

José Folgado califica de «problema macroeconómico» la dependencia energética y ve «insustituibles» la nuclear y las energías renovables

Durante su intervención en la jornada «Liderando sin fronteras» organizada por la Confederación Española de Directivos y Ejecutivos (CEDE), Folgado aseguró que el impacto de la importaciones energéticas afecta a la economía y podría desembocar en un problema «financiero» para el país.

En su opinión, los datos de déficit exterior demuestran que «algo no va bien desde el punto de vista de la competitividad», en especial en un momento de recesión económica.

Añadió que, de no ser por la energía, España habría tenido superávit exterior en el primer semestre del año.

Para solucionar esta dependencia, Folgado apostó por la diversificación energética, la eficiencia y por una mayor electrificación.

Esto debe ser especialmente significativo en el transporte y, en ese sentido, recordó que el 94% del transporte de mercancías en España se hace por carretera, es decir, se utiliza como fuente de energía el petróleo, cuando hay oportunidades tanto en el ferrocarril como en el vehículo eléctrico.

El presidente de REE reconoció que en los últimos años se avanzó mucho para reducir esa dependencia, sobre todo mediante la introducción de renovables, aunque recordó que para avanzar en ese sentido es imprescindible reforzar las interconexiones internacionales.

Por otro lado, Folgado descartó que exista una distribución ideal de tecnologías o «mix» energético y recordó que este tiene que cumplir simultáneamente tres objetivos: competitividad económica, seguridad de suministro -algo especialmente importante en España por su característica de «isla energética- y los «compromisos asumidos en materia de desarrollo sostenible».

En ese sentido, consideró que para abordar esos objetivos hay dos tecnologías «absolutamente insustituibles», la nuclear y las renovables.

Respecto a las renovables, Folgado señaló que cuentan con una serie de beneficios, entre los que se incluye la reducción de la dependencia energética y de las emisiones contaminantes, y que podrían llegar a cubrir el 80% de la demanda española sin afectar a la seguridad de suministro.

Sin embargo, recordó que no son gestionables, es decir, que solo funcionan cuando hay viento o sol, por lo que necesitan basarse en energías convencionales para cuando no cuentan con recursos suficientes para producir.

Por lo que respecta al resto de tecnologías, Folgado apuntó que el carbón «puede ser competitivo» pero que es contaminante y que las centrales de ciclo combinado, que utilizan como materia prima el gas natural, «están llamadas a jugar un papel importante» porque cuentan con un buen nivel de diversificación de suministro.

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