Urbas logra ayuda para una mínima parte de los proyectos solares que anunció
Tras haber anunciado que varios de sus proyectos solares estaban preseleccionados para recibir ayudas públicas, lo que provocó un alza meteórica de las acciones de la compañía, Urbas Guadahermosa sigue con las manos casi vacías.
De los siete proyectos de energía solar fotovoltaica presentados para recibir las ayudas públicas que hacen viables este tipo de instalaciones, la inmobiliaria ha obtenido hasta ahora ayudas para una sola instalación, que representa un megavatio (MW) de los 17,7 MW planeados.
El Ministerio de Industria rechazó todos los proyectos de Urbas en una primera convocatoria e incluyó una única instalación en la segunda, que fue publicada el jueves.
La causa principal para la no admisión definitiva de instalaciones suele ser la falta de documentación, según un portavoz del Ministerio de Industria. La compañía declinó hacer comentarios al respecto.
Ante el parón del negocio de la construcción, Urbas anunció a finales de 2007 que había comenzado un proceso de diversificación hacia las energías renovables con la intención de que este área tuviera un alto peso en su facturación.
En enero, Urbas dijo que las siete instalaciones estaban recogidas en el listado provisional de la primera convocatoria del ministerio. En ese listado, sólo tres instalaciones de Urbas estaban colocadas en los primeros puestos y con mayores posibilidades de ser seleccionadas.
En los dos días posteriores a ese anuncio, las acciones de Urbas subieron un 65 por ciento, hasta a 0,23 euros y el volumen de negocio se incrementó 23 veces. Las acciones de Urbas cerraron el viernes con una caída del 5,3 por ciento, hasta 0,19 euros en un mercado alcista.
De haberse aprobado todos los proyectos anunciados, la empresa podría haber conseguido una facturación anual de unos 8 millones de euros por este negocio, según observadores de mercado. Los ingresos de Urbas se estancaron en 2008 en 48,1 millones.
Las inmobiliarias han puesto sus ojos en el boyante sector fotovoltaico español, que instaló unos 2.500 megavatios el año pasado, más que ningún país del mundo.
Pero los riesgos relacionados con la viabilidad comercial del sector fotovoltaico han aumentado en un clima económico recesivo. El sector reducirá a un quinto su crecimiento este año después de que se haya establecido un máximo de 500 MW que pueden recibir las primas a la producción.

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