Críticas a la política energética y medioambiental de Washington

En declaraciones al «Financial Times», James Hackett dice que «la insistencia histriónica y maniática» en la reducción del dióxido de carbono «le repugna intelectualmente».

Las abiertas críticas de Hackett reflejan, según el periódico, las opiniones privadas de muchos empresarios del sector en Estados Unidos, revelan el foso creciente entre la industria y el Gobierno norteamericano y contrastan con las opiniones más políticamente correctas de los ejecutivos europeos del sector.

A diferencia de muchos ejecutivos de empresas europeas, Hackett se opone a la fijación de topes y a los canjes de emisiones de CO2 como han propuesto los demócratas en la Cámara de Representantes y afirma que es un impuesto indirecto tan susceptible de manipulación, según él, como el modelo europeo.

El hecho de centrarse en el desarrollo de la energía solar y eólica impedirá al Gobierno estadounidense cumplir su objetivo de reducir la dependencia de ese país del petróleo exterior, opina Hackett, quien propone en cambio abrir a la prospección petrolera más terrenos en el interior del país.

La empresa que preside Hackett desarrolla con éxito sus actividades en las nuevas regiones petroleras del mundo, entre ellas Ghana y Brasil.

Anadarko está enfrentada actualmente al Gobierno de Washington, que quiere obligarla a pagar 350 millones de dólares de «royalties» por el alquiler de terrenos en el Golfo de México a comienzos de los años noventa, cuando los precios del petróleo estaban muy bajos y las autoridades querían atraer a las empresas a esa región.

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