La Unión Europea a punto de aprobar nuevas normas para asegurar el suministro de gas

Pedro Marín explicó a sus homólogos europeos que ya existe un acuerdo sobre los puntos básicos de la legislación con la Eurocámara, aunque quedan pendientes ciertos aspectos técnicos como precisar quiénes serán los llamados «clientes protegidos» a los que se asegurará el suministro en caso de emergencia, así como el papel que desempeñará la Comisión Europea en especial si se produce una crisis.

Las próximas reuniones entre la Comisión Europea, el Parlamento Europeo y la Presidencia de la Unión Europea se producirán los días 2 y 22 de junio, con todo España cuenta con acabar su semestre al frente de la Unión con esta cuestión zanjada.

«Estamos muy cerca del acuerdo«, reconoció el comisario europeo de Energía, el alemán Günther Oettinger, quien recordó que el Ejecutivo comunitario elaboró el reglamento en negociaciones, a petición del Consejo y el Parlamento Europeo, tras la crisis del gas de enero de 2009, que puso en evidencia la débil seguridad de suministro de la Unión Europea.

«Los estados miembros tienen que invertir en prevención«, consideró el comisario y subrayó que la Comisión dedica un total de 1.400 millones de euros a apoyar distintos proyectos energéticos.

Asimismo, Oettinger destacó que el Tratado de Lisboa incluye por primera vez el «principio de solidaridad» en el sector energético, un aspecto que jugó un papel fundamental a la hora de afrontar la pasada crisis del gas.

«Sería posible y deseable un acuerdo en primera lectura«, añadió.

Países como Holanda, Francia, Polonia y Dinamarca intervinieron en el debate público que mantuvieron los ministros europeos para recalcar que sigue habiendo aspectos que aún necesitan ser perfilados en la nueva legislación, aunque todos se mostraron satisfechos con el avance logrado hasta ahora.

Lituania, por su parte, hizo especial hincapié en que «hay que acabar con el aislamiento energético de algunos estados miembros que dependen de un suministrador único» y consideró que sin hacer frente a este punto la nueva legislación no aportará nada nuevo.

La Comisión Europea propuso, en julio de 2009, el desarrollo de medidas preventivas y el diseño de planes nacionales de emergencia a escala nacional y comunitaria para que todos los miembros puedan compensar la hipotética ruptura de su principal fuente de suministro -el gas argelino en el caso de España- con otros recursos a su alcance, de manera que puedan subsistir durante sesenta días en condiciones de frío extremas.

Las nuevas medidas tienen por objetivo evitar que se repitan crisis de suministro como la que originó hace dos inviernos una disputa comercial entre Rusia y Ucrania que produjo cortes del flujo que acabaron afectando a varios países comunitarios, sobre todo a Bulgaria y Eslovaquia, en plena ola de frío.

La Unión Europea recibe de Rusia el 25 por ciento del gas que consume y, de ese total, el 80 por ciento llega a los Veintisiete a través de territorio ucraniano (el 20 por ciento restante lo hace vía Bielorrusia).

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