ASIF aplaude la nueva norma de autoconsumo fotovoltaico, que supone un «cambio de paradigma»

Un portavoz de la asociación, integrada en la Unión Española Fotovoltaica (UNEF), consideró que la nueva normativa supone un «cambio de paradigma» para la fotovoltaica, de cuyo uso podrán beneficiarse a partir de ahora los propios particulares en sus hogares.

Para permitir la nueva fórmula de autoconsumo, el Gobierno aprobó un real decreto que reduce los avales exigidos, acorta los plazos administrativos y elimina trámites para que los hogares dispongan de sistemas fotovoltaicos.

Con el nuevo sistema de autoconsumo, los particulares pueden producir en su hogar, gracias a placas fotovoltaicas instaladas en el techo cuyo coste ronda los 18.000 euros, electricidad suficiente para responder a entre el 60% y el 80% de su demanda. La amortización de la instalación ronda los diez años, mientras que las placas alcanzan treinta años de vida.

La instalación fotovoltaica de autoconsumo se conecta al cableado interno del usuario, sin pasar previamente por un distribuidor eléctrico, de modo que toda la energía generada sirve para responder a las necesidades del hogar y, con ello, para reducir el consumo.

«Es un cambio radical, porque supone el inicio de un mercado que ya no depende de una ayuda. Para el consumidor, ahora se trata de ahorrar dinero generando electricidad. Será bueno para el consumidor y para el conjunto del país«, afirmó ASIF.

El Gobierno tiene ahora tres meses para aprobar los desarrollo normativos de la norma, en los que parte del modelo del balance neto, ya implantado en 43 Estados norteamericanos. Con esta fórmula, el usuario consume su electricidad y, en caso de excedente, por cada kilovatio generado tiene derecho a no pagar un kilovatio consumido en la red convencional.

Greenpeace celebra el impulso al autoconsumo de energía renovable

Asimismo, Greenpeace valoró positivamente la aprobación del real decreto por el que se permite que cualquier edificio pueda producir y consumir la electricidad que necesite.

Los ecologistas advirtieron de que la aprobación de este tipo de instalaciones no debe ser sometida a los cupos máximos que limitan cuánta energía renovable se puede instalar cada año en España, ya que se trata de instalaciones en las que la energía renovable se utiliza para el ahorro energético.

Para la organización, este decreto supone un avance fundamental para la energía distribuida en España porque favorece que se pueda producir la energía allí donde se consume, gracias a las nuevas tecnologías de energías renovables y de cogeneración.