El sector termosolar pide al Gobierno que no rebaje las primas del sector hasta 2013

La industria termosolar, que en los últimos cuatro años ha invertido en España unos 2.500 millones de euros, tiene previsto invertir otros 12.500 millones hasta 2013 para aumentar su potencia instalada desde los 382 a los 2.500 megavatios (el 3% del parque total de generación en España).

En rueda de prensa, el presidente, Valeriano Ruiz, y el secretario general de Protermosolar, Luis Crespo, consideraron «lógico» que se revisen las primas a las renovables pero pidieron al Ejecutivo que el cambio sea «racional» y que antes de tomar una decisión reflexione sobre qué aportará cada tecnología.

No obstante, ambos directivos aseguraron no estar preocupados por los «rumores» que apuntan a un recorte de primas antes de 2013, porque lo consideran «inconcebible», e insistieron en que no sería razonable cambiar ahora las reglas para las instalaciones que ya han sido preasignadas en el Registro de Renovables, máxime tras la «inseguridad jurídica vivida en el último año».

En el pasado ejercicio, este sector percibió 10 millones de euros en subvenciones (del total de más de 4.600 millones que recibieron las energías renovables). En concreto, cada kilovatio por hora de electricidad termosolar recibe una prima de 28 céntimos de euro.

Cada planta, de 50 MW, implica una inversión de 300 millones de euros y da 5.000 empleos equivalentes por año.

Según Ruiz, reducir más las ayudas a la termosolar significaría «cercenar» su incipiente desarrollo y dar al traste con la situación de privilegio que España ostenta en esta industria.

«Matar ahora al sector sería un error» porque, por primera vez, España es líder a nivel mundial en una tecnología, afirmó Ruiz, que apuntó que una planta termosolar de 50 MW genera 5.000 empleos equivalentes al año y 500 puestos de trabajo directos en su construcción.

Los dirigentes de Protermosolar apuntaron que dadas las fuertes inversiones que mueve el sector y al contrario de lo que ocurre con otras tecnologías como la fotovoltaica, los «inversores especulativos no tienen nada que hacer».

Por otra parte, cargaron duramente contra las compañías de energías tradicionales que critican las primas que reciben las renovables y a las que acusan de ser las causantes del déficit de tarifa, «cuando no es cierto».

«Lo que ocurre es que hacemos que otros ganen menos y por eso están tan enfadados«, aseguró Ruiz, que explicó que con su entrada en el mercado, las energías renovables hacen que baje el precio marginal del pool -mercado eléctrico mayorista- y que, por tanto, el resto de tecnologías cobren menos.

Crespo apuntó que, según datos del mercado, el precio del pool baja un 30% cuando las renovables pasan de aportar del 12 al 25% de la energía vendida.

Las energías renovables reciben «primas transparentes», mientras que lo que «otros» cobran no lo es tanto, apuntó Crespo.

En el pool, la remuneración que reciben las centrales no depende de sus costes sino de la casación entre oferta y demanda, de forma que la última tecnología que entra en el mercado -generalmente la más cara- es la que fija el precio al que son retribuidas todas.

Cuanta más cantidad entra de energías renovables -que llegan a ofrecerse a cero euros porque sus costes de generación son mínimos al no gastar en materia prima- menos posibilidades hay de que entre las tecnologías más caras y, por tanto, baja el precio medio con el que se retribuye al sistema.

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