La Comisión Europea propone destinar 9.100 millones de euros a infraestructuras energéticas, como la conexión entre España y Francia

«Entre España y Francia no tenemos redes de gas y electricidad adecuadas», señaló en rueda de prensa el comisario europeo de Energía, Günther Oettinger.

El comisario explicó que la inexistencia de un mercado eléctrico entre Francia y España y la falta de integración entre ambos países impide llevar al resto de Europa la energía solar generada en España o la que llegue procedente del Magreb, y por ese motivo conviene desarrollar las infraestructuras en la Unión Europea.

El desarrollo del proyecto galo-español lleva ya unos 30 años en el aire, un período demasiado largo, según Oettinger, que podría reducirse si se tomasen medidas como la designación de «una única autoridad competente a escala nacional» para la tramitación de todo el proceso de concesión de permisos, que no podrá durar más de tres años.

La financiación propuesta por Bruselas es la primera que parte directamente del presupuesto comunitario y servirá para cofinanciar hasta el 50% de los costes de los proyectos de infraestructuras, cifra que podría subir al 80% en circunstancias excepcionales, cuando se trate de proyectos cruciales para asegurar el abastecimiento.

Los proyectos que se beneficien de los fondos europeos tendrán que ser de interés común y probar su viabilidad desde el punto de vista económico, social y ambiental, así como contar con la participación en ellos al menos dos estados miembros.

La Comisión Europea no configurará una lista concreta de proyectos que se beneficiarán de esta financiación hasta dentro de dos años, a más tardar el 31 de julio de 2013, pero en noviembre del año pasado ya consideró algunas de las infraestructuras europeas prioritarias, como la conexión entre Francia y España.

El ejecutivo de la Unión Europea calculó que en la próxima década harán falta unos 200.000 millones de euros para construir gasoductos y redes eléctricas.

En concreto, 140.000 millones de euros para redes de transporte de electricidad de alta tensión, almacenamiento y aplicaciones de redes inteligentes; 70.000 millones para gasoductos, almacenamiento, terminales de gas natural licuado e infraestructura de flujos bidireccionales y 2.500 millones de euros para infraestructura de transporte de dióxido de carbono (CO2).

Para lograr estas cantidades, la inversión actual deberá elevarse en un 30% en el sector del gas y el 100% en el sector eléctrico.

El marco de financiación propuesto por la Comisión Europea forma parte de un plan más amplio que también pretende impulsar las conexiones en el sector del transporte y las telecomunicaciones, que tiene que ser aprobado todavía por los estados miembros y el Parlamento Europeo para finales de 2012, a fin de que pueda entrar en vigor a principios de 2013.

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