EADS y Senasa diseñan un plan para crear y usar en aviones biocombustibles que reduzcan emisiones de C02

En concreto, esta iniciativa, en la que también participan el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), la Agencia Estatal de Seguridad Aérea y el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente junto a otras trece empresas españolas de sectores como el petroquímico, el agrícola o el aeronáutico, busca producir 200.000 toneladas al año de bioqueroseno en el año 2020 –entre un 2% y 4% del consumo nacional de combustible– mediante la creación de un biocombustible sostenible basado en aceites vegetales no alimentarios como el de camelina.

Según calculó EADS, el cultivo de esta sustancia, que se puede realizar en «terrenos marginales y de baja productividad agrícola», así como en rotación con cultivos de cereal, permitirá la creación de 2,2 puestos de trabajo por cada 100 hectáreas de cultivo.

Por su parte, el presidente de EADS en España, Domingo Ureña, resaltó que el proyecto «parte del interés común en reducir las emisiones de CO2», lo que constituye uno de sus tres objetivos «esenciales», junto a la apuesta por la reducción de la dependencia energética a través del desarrollo de «oportunidades industriales» en España en los ámbitos de «toda la cadena» –agrícola, energético, logístico y aeronáutico–, y la generación de puestos de trabajo, «muchos de ellos en áreas rurales con riesgo de abandono».

A juicio de Ureña, «el sector de la aviación ha demostrado ser pionero en la búsqueda de soluciones y, por ello, se trabaja en conseguir que el biocombustible se convierta en un elemento esencial para reducir el impacto medioambiental de las operaciones aéreas».

Además, el presidente de EADS en España recordó que «la aviación depende del queroseno», y ello «plantea retos desde el punto de vista de seguridad del suministro, estabilidad de precios y de compatibilidad con el desarrollo sostenible», de ahí que considere destacable que gracias al uso del bioqueroseno producido con aceite de camelina se podrá «reducir la dependencia energética del exterior, aprovechando el potencial agrario y desarrollando así una nueva industria de base tecnológica que permitirá fomentar un empleo sostenible, local y regional, así como la competitividad de las empresas y su estabilidad».

Por otro lado, Forética, una asociación de empresas y profesionales de la Responsabilidad Social Empresarial, seleccionó esta iniciativa de EADS para formar parte de su programa europeo «Enterprise 2020, por una economía inteligente, sostenible e integradora», con lo que reconoce la «contribución» de esta iniciativa al «impulso de los objetivos de la estrategia ‘Europa 2020′».

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