Alemania define cinco puntos para lograr un consenso nacional sobre su cambio en materia energética

«El abandono de la energía nuclear es irreversible», subrayó el ministro como primer punto.

En segundo lugar aludió al cumplimiento común del objetivo de desarrollar las energías renovables, con una revisión regular de las metas.

En este sentido, el Gobierno alemán se ha marcado como objetivo hasta 2020 que el 35% de la energía en el país proceda de fuentes ecológicas.

El tercer punto hace referencia a la cooperación con los sectores de la economía para una total garantía del suministro energético. «Quiero que no nos falte el calor en invierno», dijo.

Por otra parte, subrayó la necesidad de engranar mejor el rápido desarrollo de la energía eólica y solar con la ampliación de las redes de abastecimiento energético.

El quinto punto para alcanzar el consenso es el aspecto económico, señaló Altmaier, y agregó que en ese sentido, el cambio energético no puede conllevar desventajas en materia de competencia o problemas sociales por precios excesivamente altos para la energía.

Tras el desastre en la planta atómica japonesa de Fukushima, Alemania aprobó hace un año el «apagón» nuclear hasta 2022 y su apuesta por las energías renovables, con el cierre paulatino de los diecisiete reactores que todavía funcionaban en el país y de los que ocho ya se encuentran desconectados de la red.

Empresas alemanas echan en falta marcos reguladores para el apagón nuclear

Las empresas alemanas consideran insuficientes e incluso inexistentes los marcos jurídicos para aplicar los cambios en materia energética previstos por el Gobierno alemán como consecuencia de la aprobación hace un año del apagón nuclear, según un sondeo difundido este lunes en Berlín.

Los valores del índice alemán sobre el cambio energético (DEX) «revelan que hay que trabajar sobre todo en lo que respecta al marco regulador«, señaló Stephan Kohler, gerente de la Agencia Alemana de Energía (dena), autora del estudio junto a la consultora Ernst & Young.

«Tenemos que coordinar mejor el desarrollo de las energías renovables con el de las redes eléctricas y agilizar este último», agregó.

Según Thomas Kästner, director ejecutivo de Ernst & Young, de este índice -que se publicará cada trimestre en base a la opinión de directivos y gerentes de diversos sectores de la economía alemana sobre el cambio de rumbo energético en el país- se desprenden tres tesis principales.

En primer lugar, las empresas alemanas ven peligrar con el abandono de la energía nuclear la capacidad competitiva de Alemania como centro económico así como la propia.

Además, las empresas expresaron su preocupación por la seguridad en materia de suministro, de las cuales más del 40% piensan que empeorarán en los próximos doce meses.

En tercer lugar, los encuestados evaluaron, por otra parte, como positiva la contribución del cambio de rumbo energético en el cumplimiento de las metas medioambientales.

En tanto, el presidente de la Confederación de la Industria Alemana (BDI), Hans-Peter Keitel, se mostró convencido de que si el cambio energético se lleva a cabo con éxito, puede convertirse en un verdadero logro exportable.

Según Keitel, «la economía alemana ocupa alrededor del 10% del mercado mundial e incluso un 15% en lo que respecta a tecnologías eficientes en materia energética y respetuosas con el medio ambiente».

«Al mismo tiempo somos los que debemos, podemos y queremos contribuir de forma esencial en la implementación exitosas de los cambios en materia energética», señaló el presidente del BDI, y agregó que el éxito se decide en cuestiones como la viabilidad técnica y el marco regulador.

Sólo si el contexto es el correcto, las empresas invertirán con sus ideas y capital en este cambio de rumbo energético.

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