La AIEA prevé un «significativo aumento» en el uso de la nuclear pese al desastre de Fukushima
El japonés Yukiya Amano, director general de la AIEA, explicó que, en todo el mundo, hay actualmente 432 reactores, siendo Estados Unidos, Rusia y Francia ñlos países con más unidades.
Para el año 2030, existirán entre 90 y 350 nuevos reactores, lo que refleja un «continuo y significativo aumento en el uso de la energía nuclear», si bien dicho repunte es menor que en anteriores proyecciones. En parte, esta caída se debe al cierre de plantas anunciado en Alemania –previsto para 2022–, a algunas cancelaciones en Japón y a aplazamientos en las instalaciones previstas en varios países.
La mayoría de las nuevas instalaciones se construirán «en países que ya cuentan con este tipo de plantas, especialmente en Asia», según Amano, que citó a China e India como «principales centros de expansión». La agencia de la ONU calculó que 29 países trabajan con este tipo de energía y que hasta 25 construirán su primer reactor antes de 2030.
El máximo responsable de la AIEA enumeró como causas de este constante aumento de nuevas construcciones la demanda de energía, los temores ante el cambio climático y la reducción de las reservas de petróleo y gas, entre otros factores.
Aprobado el plan de acción para reforzar la seguridad nuclear mundial
Asimismo, la junta de gobernadores de la AIEA aprobó un plan de acción para reforzar la seguridad nuclear en el mundo, en respuesta al accidente del pasado mes de marzo en la central japonesa de Fukushima.
El documento, presentado por Amano, y que establece una serie de medidas para mejorar las normas de seguridad en todo el mundo, fue aprobado por consenso. No obstante, durante el debate quedaron patentes las divisiones entre los países que abogaban por compromisos internacionales más firmes y los países que reclamaban que la seguridad nuclear correspondiera estrictamente a las autoridades nacionales.
El accidente de Fukushima generó un debate internacional sobre la seguridad nuclear, entre los países que apuestan por medidas concertadas y los que defienden que las medidas de supervisión deberían ser políticas de índole nacional.
En el primer grupo de países se encuentran Alemania, Francia, Suiza, Singapur, Canadá y Dinamarca, que expresaron su decepción por el texto definitivo, por considerar que se queda corto. En el segundo grupo, países como Estados Unidos, India, China y Pakistán, se opusieron a las inspecciones internacionales de sus instalaciones nucleares, lo cual abre la mano a la voluntariedad de las medidas.
«La AIEA y todos sus Estados miembros tienen que estar a la altura de su responsabilidad para asegurar que la tecnología nuclear es tan segura como sea posible», dijo el enviado alemán, Ruediger Luedeking.
Por ello, el documento aprobado por la AIEA intentó acercar posiciones reduciendo sus objetivos más ambiciosos. El único punto aprobado hacía énfasis en la naturaleza voluntaria de las medidas, aunque recordaba también la importancia de las inspecciones que lleva a cabo la AIEA en las plantas nucleares.
Amano defendió, pese a las críticas, el plan y dijo que se trata de un «significativo paso adelante». «Es un buen plan de acción», añadió.




Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir