El Gobierno podría cerrar Garoña anticipadamente si sus vertidos calientan de forma excesiva el Ebro
Así se expresó Aguilar en una entrevista en la que explicó que su ministerio trabaja en este asunto desde que recibió la denuncia de Greenpeace y anunció que «pronto tendremos resultados».
Según la denuncia de esta organización ecologista el agua del Ebro que utiliza Garoña para refrigerar sus instalaciones vuelve al río, concretamente en el embalse de Sobrón, a una temperatura muy superior a la permitida (3 grados más que cuando es recogida por la central). De hecho, Greenpeace advirtió de que dicha temperatura llega incluso a alcanzar los 30 grados centígrados.
«No descartamos ninguna medida», afirmó Aguilar, quien defendió que «lo primero es la seguridad de las personas».
Tras tener conocimiento de la denuncia, Medio Ambiente, a través de la Confederación Hidrográfica del Ebro, inició otro estudio con el objetivo de verificarla. «En función de los resultados actuaremos», reiteró Aguilar.
«Vamos a actuar con contundencia si se produce la verificación de los datos que tenemos encima de la mesa como consecuencia de la denuncia de Greenpeace», añadió la ministra, quien reconoció que «estamos lógicamente con cierta preocupación».
«No quiero anticiparme en este sentido pero que no quepa la menor duda de que si hay un mínimo riesgo actuaremos con prontitud, diligencia y firmeza«, concluyó Aguilar.
Greenpeace inicia acciones legales contra la Confederación Hidrográfica del Ebro
Por su parte, Greenpeace anunció que iniciará acciones legales contra la Confederación Hidrográfica del Ebro, por su «actitud oscurantista» y su «deliberada inacción» para combatir la contaminación térmica que, según afirmó la ONG, produce la central nuclear de Garoña en el Ebro.
Así lo anunció Greenpeace, tras asegurar que las últimas mediciones realizadas «demuestran» que la central provoca aumentos de hasta 10ºC en la temperatura de las aguas del Ebro.
En concreto, la ONG aseguró disponer de un nuevo estudio sobre la contaminación térmica en el entorno de Garoña que «demuestra que Nuclenor (compañía explotadora de la central) está incumpliendo el permiso de vertido de aguas de refrigeración otorgado a Garoña por la Confederación Hidrográfica del Ebro». Según Greenpeace, se trata del tercer informe presentado este año que «demuestra la existencia de este problema».
«Dada la actitud oscurantista mostrada por la Confederación Hidrográfica el Ebro al respecto, y ante su prolongada y deliberada inacción para atajar la contaminación térmica que produce Garoña en el Ebro, Greenpeace, tras meses de espera, ha decidido iniciar acciones legales contra el presidente de la Confederación, Rafael Romeo», señaló Carlos Bravo, responsable de la campaña de Energía de Greenpeace.
Greenpeace solicitó en abril a la presidencia de la Confederación y al Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino que revocaran «de forma inmediata» la autorización de vertido del agua de refrigeración de Garoña al Ebro, «una vez constatada, y de forma reiterada, la vulneración por parte de esta central de las condiciones de dicha autorización».
Nuclenor desmiente que Garoña genere un calentamiento excesivo de las aguas del Ebro
Asimismo, la empresa propietaria de la central nuclear de Santa María de Garoña, Nuclenor, rechazó de nuevo las acusaciones formuladas por Greenpeace que, según aseguraron, «pretenden poner en cuestión el adecuado funcionamiento» de la planta en lo referente a las actividades de refrigeración, tal como ya señaló los pasados días 6 de abril y 22 de junio.
En este sentido, indicaron que los informes técnicos remitidos a la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) correspondientes al año 2010 ratifican que «los incrementos de temperatura en el cauce del río Ebro son muy bajos y carecen de significación ecológica». «El informe del pasado año -así como los de los años anteriores- indicó que las mediciones efectuadas periódicamente en diferentes puntos de la zona próxima a la planta son concluyentes», aseveraron.
El documento, elaborado por la consultora especializada e independiente URS para Nuclenor y remitido oficialmente a la CHE, señaló en sus conclusiones que «a lo largo de 2010 se cumple con el condicionado referente a las aguas de refrigeración de la Autorización de Vertido de las Aguas Residuales de la central nuclear de Santa María de Garoña, excepto en dos circunstancias excepcionales, en las que se habría producido una situación semejante incluso sin la presencia de la central».
Estos incrementos puntuales, añadió el informe, «carecen de significado ecológico en el contexto donde se encuentra el embalse de Sobrón y, en consecuencia, no le afecta». «Las conclusiones de informe se extraen de las mediciones efectuadas mensualmente en el entorno de la instalación», concluyeron.



Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir