Greenpeace asegura que Garoña se ha visto obligada a parar tras un fallo prolongado

Por ello, la organización ecologista pidió al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) que dé información detallada sobre el volumen de la fuga y desde cuando ésta se produce.

«El CSN no ha emitido ninguna nota de prensa al respecto ni ha publicado información alguna en su página web a pesar de la importancia del tema», remarcaron.

A juicio de Greenpeace, el fallo «es importante ya que se trata de una fuga de agua radiactiva del circuito primario y no se trata de una «simple parada de mantenimiento como tratan de aparentar desde Nuclenor».

«El CSN debería ser más transparente e informar sobre este suceso de seguridad», declaró el responsable de la campaña Nuclear de Greenpeace, Carlos Bravo. Además, la organización verde recordó «el lamentable estado de seguridad de la central».

En julio de 2009 el Gobierno ordenó su cierre definitivo en 2013, en lugar de haber ordenado el cese de su funcionamiento de forma inmediata dado sus problemas de seguridad y el hecho de que la producción eléctrica de esta central nuclear (un 1,2 por ciento del total en 2008) «está ya compensada de sobra por las energías renovables».

Según estas fuentes, la central de Garoña ha incumplido varios de los requisitos que el CSN previamente les había exigido para prorrogar la licencia: la sustitución del cableado eléctrico y solventar los reiterados problemas de la ventilación de emergencia de la contención.

Además, el CSN minimizó el «grave estado» de agrietamiento múltiple por corrosión que afecta a elementos de la vasija del reactor y otros elementos del circuito primario, con un nivel de afectación «incomparable» con ninguna otra central del mismo tipo en Estados Unidos u otros países.

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