La CE quiere reducir el consumo energético de los electrodomésticos

La Comisión Europea (CE) estudia una serie de medidas para reducir el consumo eléctrico de los electrodomésticos, entre ellos los televisores de pantalla plana, con vistas a cumplir el objetivo de que la UE reduzca el gasto de energía en un 20 por ciento para 2020.

Esta iniciativa se enmarca en el desarrollo de la norma comunitaria sobre diseño ecológico, que define los principios, condiciones y criterios para establecer requisitos medioambientales a los productos.

Esta normativa no establece exigencias vinculantes a productos específicos, pero sí prevé que se vayan adoptando medidas aplicables a distintos artículos, tras efectuar estudios de impacto y consultar a las partes interesadas.

Los televisores de pantalla plana son uno de los aparatos que deberán ajustar su funcionamiento a un consumo menor de energía. Para ello, los fabricantes tendrán que elegir para su diseño «tecnologías que gasten menos», explicó el portavoz comunitario de Energía, Ferrán Tarradellas, que recalcó que esto no significa que los televisores de plasma «se vayan a prohibir».

En el caso de estos dispositivos, la Comisión analizará la tecnología de los diferentes televisores que hay en el mercado y evaluará cómo mejorar su rendimiento energético, apuntó Tarradellas.

Por su parte, los fabricantes de tecnologías digitales descartaron la posibilidad de que se prohíban las pantallas de plasma por razones de eficiencia energética y tachó de «objetivamente incorrectas» las informaciones publicadas en algunos medios de comunicación que así lo afirmaban.

EICTA, la asociación que representa a compañías como Apple, Canon, IBM, Intel, Microsoft, Nokia, Philips o Sony, destacó en un comunicado que la UE trabaja actualmente para que los televisores de pantalla plana consuman menos energía, lo que afecta no sólo al plasma sino también a otras tecnologías como LCD o CRT. En ese sentido, señaló que todas esas tecnologías son cada vez más eficientes y que han hecho «avances significativos» en los últimos años.

Las empresas prevén que si la UE publica una nueva regulación a mediados de este año los fabricantes podrán cumplir con los requisitos mínimos al término de un periodo de transición, en la segunda mitad de 2010.

En virtud de la directiva de diseño ecológico, la UE ya ha previsto la retirada de todas las bombillas incandescentes para 2012 en favor de dispositivos de iluminación más eficientes, lo que supondrá un ahorro de 40 teravatios por hora (equivalente al consumo de Rumanía o a once millones de hogares europeos) y un recorte de quince millones de toneladas de emisiones de CO2.

Del mismo modo, la UE pretende recortar drásticamente el consumo eléctrico de las funciones de apagado y espera («standby») de los aparatos eléctricos, lo que podría reducir el gasto energético de la Unión en un 75 por ciento antes de 2020, según datos de la Comisión.
Ese ahorro equivale al consumo eléctrico total de Dinamarca y permitiría evitar la emisión anual de 14 millones de toneladas de CO2.

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