Bloqueo de las negociaciones en la Cumbre del Clima de Copenhague
La delegación española reconoció que nunca antes en una cumbre de estas características se llegaba a la fase de decisión con tantos elementos abiertos.
Por el momento, no hay ningún apartado cerrado de los cinco que deben formar la arquitectura de un futuro tratado que sustituya al Protocolo de Kioto, o en su defecto lo prolongue en el tiempo, más allá de 2012.
Ni la lucha contra la deforestación, ni los esfuerzos en mitigación del cambio climático, ni la reducción de emisiones de efecto invernadero, ni la financiación de la lucha contra el cambio climático, ni los mecanismos para controlar la reducción de emisiones de los países pobres tienen elementos concretos.
La ONU espera que empiece a perfilarse hoy el contenido de alguna de estas cuestiones, vitales para la firma de un acuerdo.
El asunto más espinoso es la financiación del esfuerzo de los países pobres para luchar contra el cambio climático. Mientras la Unión Europea está dispuesta a desembolsar fondos a largo plazo, Estados Unidos aún no se ha pronunciado, lo que hace temer por una arquitectura financiera sólida para los próximos años.
Además, Estados Unidos buscaría un control férreo del uso que China haría de la ayuda internacional. Pese a registrar índices de crecimiento de dos dígitos, el país asiático exige, en nombre de su necesidad de desarrollo económico, ayuda a los países más industrializados contra las emisiones de efecto invernadero.
Durante la apertura oficial de la sesión plenaria, el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki moon, dejó claro que el marco legal de referencia para cualquier acuerdo sigue siendo Kioto. El mandatario se hacía así eco de la voz de los países africanos, que dejaron la mesa de negociaciones por temor a que los países industrializados quieran armar un nuevo acuerdo, de características jurídicas más laxas, según temen.
Las negociaciones están «en un punto delicado» según Espinosa
Por su parte, la ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Elena Espinosa, afirmó que el Ejecutivo español «sigue apostando por un acuerdo» climático en la Cumbre del Clima de la ONU, pero reconoció que las negociaciones se encuentran «en un punto delicado».
Espinosa, que asiste por primera vez a la reunión, se refería así a la postura de los países en vías de desarrollo del G-77, que «consideran que necesitan más tiempo para buscar una postura común».
La ministra insistió también en que «es prematuro» hablar, pero que no se debe «lanzar pesimismo» sobre los resultados de la Cumbre.
«Tenemos que ser realistas y estar con los pies en la tierra, pero en ningún momento empezar a hablar de acuerdos débiles o descafeinados, o mucho menos de un no acuerdo», añadió la ministra.
Espinosa apuesta por «seguir intensificando todas las ayudas» desde «reuniones bilaterales» para «ir encaminando este proceso difícil».



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