La ONU alerta del aumento de la temperatura mundial por encima de los dos grados centígrados

Durante la inauguración de la feria Carbon Expo, la principal cita mundial sobre el sector de la compraventa de emisiones de CO2, Figueres reseñó que, a pesar de que el año pasado se pusieron en marcha 3.000 proyectos para mitigar el cambio climático, es lógico que exista cierta sensación de «frustración», después de conocer los datos sobre las emisiones de CO2 en 2010, y que señalaron que el año pasado se alcanzó la cifra máxima de 30,6 gigatoneladas de gases de efecto invernadero lanzados a la atmósfera.

La costarricense, nombrada en sustitución de Yvo de Boer, no escatimó avisos sobre la «urgencia» de revertir esta situación –lastrada hasta la fecha porque los países no son capaces de llegar a acuerdos vinculantes–, y que se refleja en la crisis que vive el mercado de la compraventa de derechos de emisión, un mecanismo creado hace una década y que debe servir para que los países que más contaminan compensen al resto con fondos que les permitan el desarrollo de energías limpias.

El enviado especial de cambio climático del Banco Mundial, Andrew Steer, recordó que en 2010 la cantidad de dinero que movió el sistema se situó en torno a los 1.500 millones de dólares –el 97% correspondió a Europa–, lo que representa un 20% de lo negociado en 2007 y refleja las dificultades que atraviesa un modelo afectado por la crisis de las empresas, la incertidumbre post Kyoto y los casos de irregularidades y fraudes detectados.

A pesar de todo ello, los asistentes a la Carbon Expo destacaron la validez del modelo para lograr la reducción de emisiones y mostraron su confianza en la construcción de un método mejor que aporte seguridad y la transferencia de fondos y tecnologías necesarios desde los países desarrollados.

La secretaria de Estado de Cambio Climático del Gobierno español, Teresa Ribera, llamó a «reinvetarse» para lograr un relanzamiento del mercado de emisiones, porque a pesar de todas las dificultades éste sigue funcionando, se reivindicó como la vía adecuada y solo precisa de ciertos ajustes.

La situación mundial se encuentra «al borde del límite de lo admisible», subrayó Ribera, que reclamó la construcción de productos comerciales fiables y de un mecanismo que no dependa de las aportaciones voluntarias de cada país según su coyuntura económica, ya que la solución es cada vez más urgente, defendió.

Al evento asistieron también el conseller de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat, Lluís Recoder, que reivindicó el papel de los gobiernos locales y regionales en la implementación de medidas efectivas que reduzcan las emisiones, y el alcalde en funciones de Barcelona, Jordi Hereu, quien subrayó el compromiso de esta ciudad para ser parte de la solución al problema.

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