Lukoil y Statoil se adjudican uno de los mayores campos petroleros de Irak

El ministro de Petróleo iraquí, Husein Shahrastani, anunció la adjudicación al consorcio de Lukoil y Statoil del desarrollo de uno de los grandes yacimientos de Irak, situado en la provincia sureña de Basora y con unas reservas que se calculan en más de 12.500 millones de barriles.

Las dos empresas presentaron una oferta de 1,15 dólares el barril con un objetivo de producción de 1,8 millones de barriles diarios en seis años.

La adjudicación del proyecto West-Qurna 2 sigue a la concesión del permiso para explotar otro gran yacimiento de Irak, el campo Maynun, en la provincia meridional de Misan, a la anglo-holandesa Royal Dutch Shell y a la malaya Petronas. Se cree que Maynun contiene una reservas de crudo de unos 12.600 millones de barriles.

Estos permisos se concedieron en la segunda ronda de adjudicaciones que organiza el Gobierno iraquí desde 2003, y en la que estaba en juego el desarrollo de diez campos de petróleo y gas de Irak, con la participación de 45 empresas internacionales de 23 países.

Un consorcio integrado por la rusa Gazprom, la turca TPAO, la surcoreana Kogas y Petronas se hizo, además, con el permiso para desarrollar el campo Badra, en Wasit, en el sur, donde tiene intención de alcanzar una producción de 170.000 barriles diarios en los próximos años.

Tras presentar una oferta de 6 dólares el barril, las cuatro empresas acordaron con las autoridades iraquíes reducirla a 5,5 dólares.

Por otro lado, Shahrastani explicó que han llegado a un pacto con la empresa angoleña Sonangol para explotar el yacimiento de Al Qayara, en la provincia septentrional de Nínive, a un precio de 5 dólares el barril, con un objetivo de producción de 120.000 barriles diarios.

Asimismo, Sonangol se hizo con la licencia para desarrollar el yacimiento de Neyma, también en el norte de Irak, con una oferta de 6 dólares el barril y un objetivo de 110.000 barriles diarios.

Por su parte, Petronas y la japonesa Japex ganaron la concesión para explotar el campo de Al Garraf, en la provincia de Zi Qar, en el sur, por 1,49 dólares el barril y con un techo futuro de producción de 230.000 barriles diarios.

Ninguna empresa presentó ofertas para los campos del Éufrates central, por lo que Shahrastani dijo que su ministerio se encargará de desarrollarlos.

Por otro lado, un consorcio, liderado por la china CNPC, logró el permiso para desarrollar el yacimiento de Halfaya, en el sur, mientras que ninguna empresa presentó ofertas parar los llamados Campos del Este, situados en la provincia nororiental de Diyala, ni para el yacimiento de Este de Bagdad.

Shahrastani ha destacado que el desarrollo de los yacimientos petroleros en Irak producirá un total de 7 millones de barriles al día, en los próximos seis años, el triple de la producción actual.

El año pasado, Irak dio el primer paso para que las grandes petroleras vuelvan a ocupar un papel destacado en el país e invitó a 35 compañías, entre ellas la hispano-argentina Repsol-YPF, a competir por el desarrollo de varios campos de gas y petróleo.

El ofrecimiento fue un importante giro en la política del Ejecutivo, y se produjo 37 años después de que el antiguo régimen del ex partido gobernante Baaz nacionalizara la industria petrolera, en junio de 1972.

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