Iberdrola Renovables aprueba en su junta la fusión con la matriz
La junta, que se celebró en el Palau de Les Arts Reina Sofía de Valencia y contó con un quórum del 92,4 por ciento, respaldó así el proyecto de fusión por absorción en los términos planteados a los mercados el pasado 22 de marzo. Ese apoyo implica la aprobación del reparto de un dividendo extraordinario con cargo a reserva por prima de emisión de 1,20 euros brutos por acción.
Los accionistas presentes o representados, que cobraron una prima de asistencia de 0,0035 euros brutos por cada título, también aprobaron el reparto de un dividendo ordinario de 0,025 euros brutos por acción con cargo a los resultados obtenidos en 2010.
La junta de Iberdrola ya aprobó el pasado viernes la fusión, para la que contó con el asesoramiento legal de Uría Menéndez y financiero de Citigroup y HSBC, y que prevé que concluya en julio. En ese momento, Iberdrola Renovables dejará de cotizar en bolsa tras cerca de cuatro años como valor bursátil independiente.
A mediados de marzo, poco después de dar entrada a Qatar Holding en su capital y de recibir críticas de inversores internacionales, Iberdrola decidió elevar en un 3,4 por ciento la oferta inicial de canje de acciones con su filial. Así, la prima final es del 13,8 por ciento con respecto a la cotización del día anterior a la fusión.
Los accionistas de Iberdrola Renovables recibirán 0,5045 acciones de la matriz por cada título, lo que, unido al reparto de los dividendos ordinarios de ambas empresas, supone valorar cada acción de la filial en 3,08 euros.
En el turno de intervenciones de los accionistas, tres de los cuatro que tomaron la palabra cuestionaron la conveniencia de la fusión por dudas sobre «cómo quedarán las renovables dentro del gigante Iberdrola», por creer que se produce por «intereses puramente especulativos» y «entre bambalinas, con muchos parecidos con la operación de Terra y Telefónica», así como por la diferencia entre los más de cinco euros que pagaron por acción y los 3,08 euros que recibirán finalmente, respectivamente.
Es más, José Antonio Navas anunció que presentará una querella por creer que «se está alterando el precio de las cosas».
En la réplica, desde la compañía defendieron la valoración que realizaron de la operación los diferentes expertos que tomaron parte en el proceso, la «valentía» de someter esa operación a la opinión de los accionistas de la filial y, sobre todo, el hecho de haber contado con el respaldo del 98,7 por ciento de la junta, en palabras del presidente de la compañía, Ignacio Sánchez Galán.
Otro de los accionistas que intervinieron, José Luis Correcher, se interesó por cómo afectará a Valencia la fusión, tras lo que Sánchez Galán ratificó su apuesta por la comunidad donde radica la sede de la filial de renovables de Iberdrola.
Así, aseguró que «los planes y actuaciones del grupo de energías renovables van a continuar dirigiéndose desde Valencia», donde tiene «raíces muy antiguas desde hace más de 100 años» y «donde hemos sido, somos y queremos seguir siendo un motor del desarrollo económico de esta comunidad«, dijo.
En declaraciones posteriores, remarcó que la compañía prevé incrementar su plantilla en Valencia, donde acaba de instalar un nuevo centro de control, de soporte al existente en Toledo. A esas palabras, agregó que «todo va a estar pilotado desde Valencia» y que «probablemente haya una serie de servicios que hasta ahora tenían que estar en Madrid por razones obvias, como es el tema de las relaciones con inversiones, que dejarán de ser necesarios y muy probablemente haya otros servicios que se puedan trasladar aquí».
En la Comunitat, cuenta con más de 4.000 MW instalados, cerca de 3,5 millones de clientes y más de 1.100 empleos directos. Además, en 2010 efectuó compras por valor de 350 millones de euros a decenas de empresas locales, que superan los 3.000 millones en la última década, hasta generar un impacto económico de más de 9.000 millones de euros.
Sánchez Galán resaltó que cuentan con un plan de inversiones para la Comunitat que incluye 550 millones de euros para 2011 y 2012, año en el que también terminarán de construir la mayor central de bombeo puro de Europa.
Por otro lado, Sánchez Galán destacó que «a pesar del adverso entorno, Iberdrola Renovables reafirmó en 2010 su liderazgo eólico mundial, lo que tuvo su reflejo en el crecimiento de sus resultados, tanto operativos como financieros».
A cierre de 2010, superó los 12.500 MW de potencia instalada, lo que supone un crecimiento del 16,5%. En concreto, instaló 1.780 MW nuevos en 2010 y cuenta con otros 1.250 MW en distintas fases de construcción, que «entrarán en servicio a lo largo de este ejercicio», según el consejero delegado de la empresa, Xabier Viteri.
La producción se incrementó en más de un 18%, hasta superar los 25.400 GWh, un 55% correspondiente al área internacional, con crecimientos superiores al 32% en Estados Unidos y al 22% en el resto del mundo. Por su parte, las inversiones alcanzaron los 3.000 millones de euros.
En ese año, obtuvo un beneficio neto de 360 millones de euros y un beneficio bruto de explotación renovable de 1.450 millones de euros, con activos valorados en 26.000 millones de euros y un ratio de apalancamiento del 28,4%.
De cara al futuro, Viteri apostó por consolidar el negocio por dos vías, mediante la «selección minuciosa de los proyectos de inversión» y la «eficiencia en las operaciones».


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