«Es una contradicción cerrar Garoña y proponer la creación de un depósito de residuos»
José Antonio Tagle, en unas declaraciones a los periodistas durante una jornada sobre energía nuclear celebrada en Valladolid, explicó que los residuos se pueden almacenar o transmutar y reconoció que está a favor de este último proceso porque con el se convierten elementos radiactivos de vida larga en otros de vida corta o estables, y por tanto menos tóxicos.
El experto señaló que es «extraño» que cuando se plantea si se acelera un programa de transmutación o se hace el almacenamiento geológico, un alto porcentaje de la opinión pública que está en contra de los residuos radiactivos opta por almacenarlos.
En cuanto al cierre de Garoña apuntó que «cualquier persona que por motivos ideológicos o políticos elimine una tecnología energética de la cesta de posibilidades, está fuera de la línea actual de pensamiento».
«Hoy en día hay que ir a por todas, no entiendo que dejen una central fuera. Es un paso recesivo en el desarrollo de la sociedad del conocimiento», agregó.
Precisó que las tecnologías nucleares son un «importante desafío del conocimiento, no sólo para producir electricidad, sino para aplicaciones civiles», y destacó que son la mayor fuente energética de cara a los desafíos planteados a raíz del aumento de la población, de la pobreza y de la contaminación.
El experto mencionó 2050 como año en el que las emisiones de las plantas nucleares habrán desaparecido, ya que «en 1994 los Estados Unidos lo fijaron como el principal problema y fijaron ese año como límite temporal teniendo en cuenta los desarrollos de tecnología, los períodos de transición y los mercados de combustible, entre otras cosas».
Durante la jornada, organizada por el Consejo Social de la Universidad de Valladolid, el director de Comunicación de Garoña, Antonio Cornadó, dijo que están cumpliendo la orden ministerial que limita su funcionamiento a 2013, pero al mismo tiempo están ejercitando sus derechos, porque «como ha dicho el Consejo de Seguridad Nuclear, puede funcionar de manera segura, al menos hasta 2019».
«Estamos a la espera de empiece el proceso de argumentaciones tras el recurso interpuesto a la Audiencia Nacional para defender la continuidad de la central por razones de empleo, ambientales y económicas», añadió.
En cuanto a la modificación de los planes de la central a raíz de la reducción del límite de funcionamiento hasta 2013, Cornadó dijo que lo principal es «mantener el nivel de trabajo que manera óptima» y precisó que aún no hay un plan de desmantelamiento.

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