La inversión europea en renovables bajó un 14% en el segundo semestre de 2008
El informe advierte de que las empresas energéticas europeas, acuciadas por la caída de la demanda, han decidido aplazar o cancelar sus inversiones, e incluso algunas de ellas han anunciado planes de desinversión, sobre todo en el área de redes de distribución, a pesar de que ello puede afectar a la garantía del suministro en el futuro.
Algunos de los ejemplos citados por la consultora son los del grupo alemán E.On, que ha reducido el importe de su plan de inversiones 2009-2011 de 36.000 a 30.000 millones de euros, y la italiana Enel, cuyo plan 2009-2013 ha pasado de 44.000 a 32.000 millones.
Respecto a España, resalta que Iberdrola sólo invertirá este año en torno a 4.500 millones de euros, frente a los 13.000 del pasado año (6.000 millones se destinaron a la compra de Energy East), mientras que Gas Natural ha recortado sus inversiones previstas de 21.000 a unos 11.000 millones.
Capgemini explica que el sector se ha visto muy afectado por la coyuntura económica, con unas perspectivas de «caída histórica» del 3,5 por ciento en la demanda mundial de electricidad y del 3 por ciento en la de gas.
En los principales países europeos, los recortes de la demanda registrados en el primer semestre del año fueron aún mayores, del 5 por ciento en la electricidad y del 8 por ciento en el mercado gasista.
Todo ello ha generado una percepción de riesgo financiero y bajada de las calificaciones de las compañías, según la firma consultora, que apunta que la deuda conjunta de las diez principales compañías europeas aumentó un 113 por ciento entre 2006 y 2008.
La principal medida que han puesto en marcha las empresas del sector es el aplazamiento de las inversiones e, incluso, la venta de activos, con el objetivo de recuperar la confianza de los inversores.
El estudio insiste en que, a pesar de la coyuntura, el sector tiene que continuar con el desarrollo de tecnologías de generación libres de dióxido de carbono (CO2), como las energías renovables y la nuclear, para favorecer el cumplimiento de los objetivos marcados por la Unión Europea (UE) para 2020.
Advierte de que la reducción de las emisiones en 2008 y 2009 ha sido un fenómeno «más vinculado a la crisis económica que a cambios reales y estructurales», y señala que es «preocupante» que tres cuartas partes de las centrales en construcción serán todavía suministradas por combustibles fósiles y, por lo tanto, emitirán altas cantidades de CO2.
Para la consultora, hay que avanzar en las medidas de eficiencia energética y la transformación del mix de generación de electricidad con la construcción de plantas libres de emisiones, así como con el desarrollo de una tecnología asequible de captura y almacenamiento de CO2.
No obstante, destaca que las previsiones apuntan que en el futuro se producirán menores aumentos de la demanda de electricidad y gas.
Así, señala que la Unión para la Coordinación del Transporte de Electricidad (UCTE) ha revisado a la baja sus estimaciones de inversión en capacidad de generación necesaria para mantener la seguridad del suministro hasta 2020, que ha pasado de 50.000 a 20.000 megavatios adicionales.


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