Estonia no pondrá más pegas al tendido del Gasoducto de Europa del Norte

«A día de hoy, Finlandia, Suecia, Dinamarca y otros países ya han tomado una decisión. La autorización para el comienzo del trabajo está dada y el trabajo se iniciará en breve«, señaló Urmas Paet, ministro de Exteriores estonio, a la agencia rusa Interfax.

Por ello, añadió, «protestar contra esos Estados en estos momentos es muy difícil y, ahora, lo importante es intentar reducir los posibles riesgos para el medioambiente«.

Paet reconoció que la justicia finlandesa rechazó la querella presentada por las autoridades estonias, que consideran que el gasoducto pone en riesgo la seguridad del mar Báltico.

«Ahora, nos encontramos en una etapa en la que, en cooperación con otros países bálticos, debemos observar muy detenidamente que se cumplan todas las exigencias de seguridad y que los posibles riesgos para el entorno sean minimizados«, dijo.

En los próximos días comenzarán los trabajos de retirada de las bombas y minas que se encuentran en el fondo del mar Báltico en aguas de Suecia, Finlandia y Rusia.

Desde el anuncio del proyecto las tres repúblicas bálticas y Polonia abogaron porque el gasoducto transcurriera por tierra y no por el fondo del Báltico.

El lecho marino del mar Báltico acoge desde la II Guerra Mundial un gran número de armas químicas que, en caso de explotar, podrían causar una catástrofe ecológica de consecuencias irreversibles para la región, aducen.

Por esa razón, a finales de 2007 el director técnico de Nord Stream, Dirk von Ameln, anunció que el gasoducto eludiría Estonia y pasaría por aguas finlandesas, pero las críticas bálticas no remitieron.

El primer ministro polaco, Donald Tusk, criticó recientemente el proyecto por marginar a Polonia y a otros países del tránsito de hidrocarburos.

El tramo terrestre del gasoducto, de 917 kilómetros de largo, enlaza las ciudades rusas de Griazovets y Viborg (costa báltica), mientras el submarino, que tiene un ramal hasta Suecia, cruzará el Báltico hasta llegar al puerto alemán de Greifswald, tras recorrer 1.198 kilómetros. Este tramo marítimo proseguirá después por tierra hasta Holanda y cruzará el Canal de La Mancha para abastecer con gas ruso al Reino Unido.

La capacidad inicial de este conducto es de 27.500 millones de metros cúbicos de gas natural anuales.

El NEGP permitirá a Rusia suministrar gas directamente a Europa sin depender para el tránsito de países como Ucrania, Polonia, Letonia, Lituania y Estonia, con los que Moscú mantiene relaciones tirantes.

Nord Stream AG, empresa con sede en Estocolmo, está integrada por Gazprom (51%), monopolista del sector del gas en Rusia, las alemanas E.ON Ruhrgas y BASF, con un 20% cada una, y la holandesa Gasunie con un 9%.

0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *