La AIE recorta sus previsiones de consumo de crudo por precios altos
En su informe mensual sobre el mercado petrolero, la AIE subrayó que los datos preliminares de marzo sugieren que por primera vez desde el verano de 2009 se constató un estancamiento de la demanda.
Y aunque reconoció que los datos de ese mes pueden estar distorsionados por el impacto del terremoto y el tsunami de Japón, así como por las vacaciones de Pascua, también advirtió de que en Estados Unidos el precio del combustible en las gasolineras anuncia una temporada de verano «anémica».
Esas estimaciones se traducen en un incremento del consumo mundial de crudo que este año se limitaría al 1,5% (en 2010 había sido del 3,3%) hasta 89,2 millones de barriles diarios, lo que significa 190.000 barriles diarios menos que lo avanzado en el informe del mes pasado.
Ese recorte se explica por una disminución de entre 210.000 y 230.000 barriles diarios en 2011 respecto al estudio de abril de las necesidades en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), en particular por unas predicciones más débiles en Norteamérica «donde los altos precios del petróleo finalmente han empezado tal vez a amputar la demanda».
Al final, la OCDE absorberá 45,9 millones de barriles diarios, es decir, un 0,5% menos que en 2010.
En el resto del mundo, la agencia espera con 43,3 millones de barriles diarios un incremento del 3,6%, inferior al del 5,7% constatado el pasado ejercicio.
Los autores del informe recordaron que aunque en la primera semana de mayo el barril dio un súbito bajón de 16 dólares respecto a los picos de finales de abril, los precios desde entonces han vuelto a recuperar una parte del terreno perdido, e insistieron en que «unos precios persistentemente elevados en esta fase del ciclo económico al final puede sembrar las semillas de su propia destrucción».
A ese respecto, señaló que si la economía mundial progresara este año un 2,9% en lugar del 4,3% que es la previsión del Fondo Monetario Internacional (FMI), habría que bajar la demanda mundial de petróleo en 500.000 barriles diarios.
Por lo que se refiere a la oferta, la AIE constató que en abril volvió a disminuir, en este caso en unos 50.000 barriles diarios, y quedó en 87,5 millones de barriles.
La razón esencial es la guerra civil en Libia, que desde su comienzo provocó una disminución de la aportación de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) en alrededor 1,3 millones de barriles diarios.
En abril los envíos de crudo libio se situaron de media en 200.000 barriles diarios, frente a los 1,5-1,6 millones habituales antes de la guerra, pero según la oposición al régimen de Muamar el Gadafi, las cifras se habían reducido a unos 70.000-80.000 barriles diarios a comienzos de mayo.
La agencia dio por hecho que la producción libia no llegará al mercado en lo que queda de este año y también puso el acento en el significativo recorte de Yemen por la situación política del país que al final dejaron la aportación de la OPEP en 28,75 millones de barriles diarios en abril, tras los 28,99 millones de marzo.
Al margen de la aportación del cártel petrolero, calculó que los otros países productores sacarán al mercado este año una media de 53,7 millones de barriles al día, 100.000 menos de lo que había estimado hasta ahora.
En marzo, las reservas industriales de los países de la OCDE se redujeron en 9,2 millones de barriles para quedar en 2.643 millones de barriles, lo que equivalía a 58,8 días de consumo. Los datos preliminares de abril apuntan a una inversión de la tendencia y a un incremento de esas reservas en 29,9 millones.



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