El autoconsumo podría aumentar la producción fotovoltaica un 35% para 2020
El estudio «Acercándonos a la paridad de la red» apuesta por un cambio en la regulación del mercado fotovoltaico que permita a los consumidores utilizar la electricidad que generan sin necesidad de verterla al sistema, y que entraría en vigor a partir del 2012 para no alterar la normativa actual.
La legislación vigente fomenta la instalación de sistemas fotovoltaicos en las edificaciones, pero obliga a volcar la producción a la red y comprar después la electricidad a las comercializadoras.
Con el modelo propuesto por KPMG según las directrices de ASIF, los consumidores que dispongan de paneles solares podrán consumir lo que están generando y vender la electricidad excedentaria al sistema por un precio establecido, la llamada tarifa de medición neta o «Net Metering», que incluiría la prima a la tecnología fotovoltaica.
En los inicios de este sistema, el autoconsumo no será rentable, y por eso proponen un incentivo, la «compensación de autoconsumo», que cubra la diferencia entre lo que cuesta producir esa energía y el precio de comprarla en el mercado.
El incentivo no supondrá un gasto adicional a la Administración, porque equivale al dinero que se obtendría en forma de primas si se volcara esa misma energía al sistema, y sólo se pagará hasta que se alcance el punto de paridad de red, es decir, el momento en que cueste lo mismo consumir la electricidad propia que comprarla.
Según las estimaciones de KPMG, si tomamos como referencia la Tarifa de Último Recurso (TUR) este punto de paridad de red se alcanzará para el sector residencial en España en 2016, porque al instalar más megavatios (MW) de energía solar fotovoltaica los costes serán cada vez más bajos.
Además, como parte de la electricidad será de autoconsumo, se reducirá la demanda de energía, lo que supondrá un ahorro para el sistema que se podría reinvertir en la propia solar fotovoltaica, permitiendo que, a medida que se reduzcan los costes, aumente la capacidad de producción asignada a esta tecnología.
El informe indica que, se reinvierta o no en la fotovoltaica, el sistema eléctrico producirá más energía con el mismo dinero y esto será especialmente relevante cuando se reactive la producción industrial y suba la demanda eléctrica.
Si se aplican estas medidas, el crecimiento del sector fotovoltaico supondría, según el estudio, una contribución al Producto Interior Bruto (PIB) de entre 3.800 y 5.800 millones de euros, y reduciría la dependencia energética entre un 4 y un 5 por ciento.
El autoconsumo también fomentará, de forma indirecta, la eficiencia energética, ya que los consumidores van a preferir ganar dinero en metálico al verter la energía a la red que consumirla ellos mismos, destacó el presidente de ASIF, Javier Anta, en la presentación del informe.
El estudio se ha centrado en el análisis del sistema fotovoltaico de manera aislada, sin tener en cuenta las implicaciones que el cambio de modelo y la introducción del autoconsumo tendría para las redes de transporte y distribución, un aspecto que ASIF quiere tratar en su próximo informe estratégico.




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