E.On congela su plan de construcción de una planta termoeléctrica de carbón
E.On informó en un comunicado colgado en su portal de internet que el proyecto se reconsideraría en un plazo de tres años y la construcción podría aplazarse hasta el 2016 debido a la caída de la demanda de electricidad durante la recesión.
La organización Greenpeace calificó el anuncio de «una buena noticia para el clima».
La planta, que no ha recibido aún permiso del Gobierno británico, sería la primera de ese tipo que se construiría desde hace treinta años.
Los ecologistas han venido organizando multitudinarias campañas de protesta contra esa planta desde el 2006, a la que se oponen porque su entrada en funcionamiento aumentaría, según ellos, las emisiones de CO2 y aceleraría el cambio climático.
Un portavoz de E.On explicó que la empresa sigue «comprometida» con la producción de «carbón más limpio» y el desarrollo de métodos de «almacenamiento y captura de CO2».
Según E.On, el carbón producido en esas condiciones «desempeñará un papel clave junto a las energías renovables, el gas y la nuclear, en la lucha contra la amenaza global del cambio climático» a la vez que «garantizará el carácter económicamente asequible y la seguridad de los suministros energéticos».
El director ejecutivo de la organización ecologista «Amigos de la Tierra», Andy Atkins, dijo por su arte que la construcción de esa nueva planta habría «socavado gravemente la credibilidad del Gobierno (laborista) en materia de cambio climático».
«El Gobierno debe mostrar auténtico liderazgo y rechazar cualquier planta nueva de carbón que no esté equipada al cien por cien con mecanismos para la captura y el almacenamiento de CO2».


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