Atienza: El medio ambiente «no tiene que ser el sacrificado» de la crisis

Luis Atienza, que el martes dejó la presidencia de la Fundación Doñana 21, la primera que propugnó hace más de una década en España conjugar el desarrollo económico con la sostenibilidad, y en un entorno tan frágil y complejo como Doñana, dijo que, además, la salida de la crisis no va depender de que se rebaje «el nivel de exigencia medioambiental» vigente.

Añadió que la sostenibilidad debe de marcar oportunidades económicas estratégicas para España, como la expansión de las energías renovables o la implementación de medidas de ahorro y eficiencia energéticas.

«Lo más importante del proceso de esta crisis es que no perdamos el tiempo a la hora de asentar las bases de lo que debe de ser un nuevo ciclo de desarrollo cuando pase el elemento coyuntural aunque extraordinariamente grave que estamos viviendo», señaló.

En su opinión, España no necesita rebajar las exigencias medioambientales, pero sí realizar «un esfuerzo importante» para agilizar los trámites administrativos de los proyectos empresariales, sobre todo en la actual coyuntura de «cambio de ciclo económico, paralización de la construcción e incremento del paro».

«Debemos hacer la vida más fácil a los proyectos de infraestructuras o empresariales, pero no debemos de caer en la trampa de identificarlo con rebajar los niveles de exigencia medioambiental, sino simplificar procedimientos y concentrar los análisis y los plazos para que no haya tiempos muertos y que los procesos no se alarguen innecesariamente», afirmó.

Recordó que algunos estudios cifran en 80.000 millones de euros la inversión en infraestructuras pendiente en España de superar los trámites administrativos medioambientales -una cifra que equivale al 8 por ciento del PIB español-.

Enfatizó la importancia que la agilización de estas tramitaciones tendría para reactivar la economía «sin que ello suponga que no se rechacen o se modifiquen los proyectos que lo requieran».

«No pido que se rebaje ni un ápice de la exigencia ambiental; simplemente, que si un procedimiento se puede hacer en seis meses, que no se tarde tres años, y podía poner muchos ejemplos de infraestructuras extraordinariamente sensibles para la seguridad del suministro eléctrico o para la evacuación de nuevas centrales que han tardado años, y eso es manifiestamente mejorable», afirmó.

Respecto al impacto de las dificultades financieras en los planes de crecimiento de REE, Atienza señaló que no se plantea recortes o aplazamientos en el programa de inversión de 4.000 millones de euros para los próximos cinco años y recordó la necesidad de consolidar una red eléctrica «más robusta» para poder evacuar los nuevos parques eólicos y plantas solares proyectadas.

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