España tiene planificación de emergencias nucleares y radiológicas para centrales y para transporte de residuos
No se trata sólo de actuaciones generadas por catástrofes naturales sino también por acciones «intencionadas de carácter bélico y terrorista» o por otros dispositivos de dispersión radiactiva (bombas sucias, por ejemplo), y dispositivos nucleares imprevistos como armas nucleares procedentes del desvío de material nuclear para producir una explosión nuclear.
En España, sólo las centrales nucleares españolas dan lugar a un Plan de Emergencia Exterior. En cuanto a las medidas de protección, en una planificación de emergencia en una planta nuclear, la primera es el control de los accesos y las siguientes medidas urgentes son el confinamiento, la administración de yodo estable y la evacuación.
A continuación, en caso de que se produzca tal contingencia, se establecen como medidas urgentes complementarias la autoprotección ciudadana y autoprotección del personal de intervención; las restricciones al consumo de agua y alimentos; la estabulación de animales y la descontaminación del personal.
En caso de ser requeridas medidas de larga duración, está previsto el control de alimentos y agua, la descontaminación de áreas, el traslado temporal a albergues de media duración o bien, traslado permanente o realojamiento.
Además, a nivel internacional, la Organización Internacional de la Energía Atómica (OIEA) «espera publicar en 2011 una nueva guía» que se denominaría «Criteria for Use in planning response to nuclear and radiological emergencies« cuya finalidad será sustituir algunos informes de la colección de seguridad publicados antes de 1995 para actualizarlos, consolidarlos o hacerlos más efectivos.
Concretamente, en caso de emergencia en una central atómica española existe el Plan Básico de Emergencia Nuclear (PLABEN), que es completado por los Planes de Emergencia Nuclear Exteriores a las centrales nucleares y por el Plan de Emergencia Nuclear del Nivel Central de Respuesta y Apoyo (PENCRA).
En caso de que se tenga que recurrir a un plan de respuestas exterior y derivados del PLABEN figuran el PENBU, o Plan de Emergencia Nuclear, exterior a la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos); el PENCA, que es el Plan de emergencia nuclear, exterior ala central nuclear de Almaraz (Cáceres); el PENGUA, relativo al exterior de las centrales nucleares de José Cabrera y Trillo (Guadalajara); el PENTA, de las centrales nucleares de Ascó y Vandellós (Tarragona); el PENVA, que es el plan de emergencia nuclear, exterior a la central nuclear de Cofrentes (Valencia), y el PENCRA, que es el plan de emergencia nuclear del nivel central de respuesta y apoyo.
Por su parte, el PENTA es un plan director que se diferencia del resto de PEN porque tiene siete grupos operativos, frente al resto, que tienen cinco y porque se añaden también el grupo de seguridad estratégica y el grupo de intervención.
En cuanto a la planificación exterior de las emergencias radiológicas, se contempla una amplia variedad de posibles accidentes, sucesos y circunstancias con potenciales repercusiones radiológicas, que pueden derivarse de las instalaciones, equipos, fuentes de radiación y actividades.
Finalmente, en la planificación de las emergencias en el transporte de material radiactivo participan las empresas ENUSA y ENRESA, las autoridades nacionales, aunque todas las empresas que intervengan en este tipo de transporte deberán desarrollar un plan de protección radiológica que incluirá los procedimientos aplicables en condiciones normales y de emergencia.
España cuenta con 117.000 dosis de yodo en reserva central
España cuenta con un total de 117.000 dosis de yodo para adultos y 2.300 para niños en un almacén central y 3.539.500 cápsulas distribuidas en cajas de 10 cápsulas en almacenes distribuidos en las provincias que albergan alguna de las seis centrales y ocho reactores nucleares del país, con el objetivo de hacer frente a una situación de emergencia radiológica, según informó la dirección general de Protección Civil y Emergencias del Ministerio del Interior, que señala que estas son las reservas que «se estiman necesarias».
Concretamente, el stock del almacén central consta de 117.000 dosis de yodo para adultos y 2.300 para niños. Además, en Tarragona, Cáceres, Burgos, Valencia y Guadalajara, las provincias que albergan reactores nucleares, cuentan con almacenes donde custodian un total de 3.539.500 cápsulas de yodo para adultos y 15.350 frascos de 20 mililitros para niños.
El número de cajas, cada una tiene 10 cápsulas, se ha elevado desde 2009 en casi todas las provincias y especialmente en Tarragona, donde en ese año se registraban 27.600 cajas para adultos, mientras que en 2011 la cifra alcanza las 320.000 cajas para adultos, al tiempo que en 2009 había 5.750 frascos de 20 mililitros para niños y en 2011 contaban con 6.700 frascos.
A esta provincia le sigue, en número de dosis Cáceres, que ha elevado de 15.100 a 15.350 las cajas de dosis para adultos de 2009 a 2011 y de 6.200 a 6.800 los frascos para niños.
En tercer lugar en número de dosis está Valencia, que dispone de 12.000 cajas de 10 cápsulas para adultos frente a las 11.450 de 2009 y 1.000 frascos para niños. En cuarto lugar figura el almacén de Burgos, que albergaba en 2009 un total de 12.336 cajas en 2009 y 14.400 cajas de diez dosis en 2011 y 250 frascos de dosis para niños.
Por último, Guadalajara custodia 4.200 cajas de dosis en 2011 frente a las 3.200 de 2009 y 600 frascos para niños frente a los 800 frascos en el stock de 2011.



Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir